El Museo ICO (calle de Zorrilla, 3, en Madrid) alberga La Suite Vollard de Pablo Picasso, considerada como la serie más importante del grabado contemporáneo. Son obras realizadas entre 1930 y 1937, un período muy fructífero entre el maestro malagueño y el marchante y galerista Ambroise Vollard. La colección compila una selección de grabados y pinturas realizados de Picasso y de otros artistas como Juan Genovés, Eduardo Arroyo, Manolo Valdés, Miguel Ángel Campano o Darío Villalba, que marcaron las tendencias de esta disciplina durante la segunda mitad del siglo XX.
Comisariada por Gonzalo Doval Sánchez, la exposición rinde homenaje a los orígenes del Museo ICO en su misión de conservar y difundir su colección. Se trata de una selección de piezas adquiridas por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en la década de los 90.
La colección es el resultado de un intercambio amistoso y comercial entre Picasso y el marchante Vollard, quien obtuvo en 1937 la serie inicial de 97 cobres grabados a cambio de pinturas de su propiedad que Picasso deseaba para su colección personal.
Dividida en distintos bloques temáticos, encontramos obsesiones creativas y personales recurrentes en el autor del Guernica, como El taller del escultor, La batalla del amor, El Minotauro, Rembrandt, El Minotauro ciego y Retratos de Ambroise Vollard. Dispuestos en orden cronológico, los grabados son una ocasión para explorar las técnicas utilizadas por el malagueño en esta disciplina, como el aguafuerte, el aguatinta, el buril o la punta seca.
La muestra plantea un diálogo entre Picasso y el grabado contemporáneo, que reúne un total de 54 trabajos y 8 pinturas de artistas destacados galardonados con el Premio Nacional de Artes Plásticas en los años 80 y 90, como Luis Gordillo, Eduardo Arroyo, Rafael Canogar, Juan Genovés, Lucio Muñoz y Juan Barjola, entre otros.