Evasión

Botero, maestro universal: Barcelona abraza la mayor exposición del pintor colombiano, creador del 'boterismo'

  • En la instalación del Palau Martorell se puede contemplar por primera vez la versión de 'Las Meninas' de Velázquez que Botero siempre guardó en su estudio de París
Fernando Botero. La Bañista, 2018. Óleo sobre tela. 141 X 100 cm. Colección privada

La versión de Las Meninas de Velázquez que Botero siempre guardó en su estudio de París. Esta es una de las joyas pictóricas que se podrá contemplar por primera en nuestro país. Será en la esperada exposición Fernando Botero. Un Maestro universal, que acoge el Palau Martorell de Barcelona cuando se ha cumplido un año de la muerte del pintor y escultor colombiano, en septiembre de 2023 a los 91 años. La fecha de inauguración es el próximo 14 de febrero.

Se trata de la muestra más importante jamás celebrada en España y la primera relevante en Barcelona dedicada al maestro de Medellín. Con esta expectación, llega la obra de un artista esencial del siglo XX. Maestro del arte figurativo, Botero se valió de su reconocido 'boterismo' como una "forma expresiva divergente". Lo monumental y voluptuoso de su estilo figurativo se convierten en un lenguaje visual vibrante y colorista.

Comisariada por Lina Botero, hija del pintor, y Cristina Carrillo de Albornoz, experta de su obra, la exposición reúne un conjunto de más de 110 piezas, muchas de ellas inéditas, que proceden de colecciones privadas, como La bañista, de 2018. La instalación del Palau Martorell también incluye esculturas, óleos, acuarelas, carboncillos, dibujos y sanguinas (técnica en barra o en lápiz con óxido de hierro de tono rojizo que se utilizaba en bocetos para frescos en la época renacentista).

Fernando Botero. La Bañista, 2018. Óleo sobre tela. 141 X 100 cm. Colección privada

Junto a la versión de Las Meninas, la muestra exhibe Homenaje a Mantegna, gracias a un préstamo de una colección privada de Estados Unidos que fue descubierto por Lina Botero a través de la sala Christie´s. También acoge las series del artista sobre Latinoamérica, el circo, la religión, la mitología y la naturaleza muerta.

Botero (Medellín, Colombia, 1932) estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Era el año 1951. En sus visitas al Museo del Prado copió obras de clásicos como Diego Velázquez y Francisco de Goya. En los años 60 ya expone por Europa, desde París, Baden-Baden y Hannover hasta Londres. Bebió Botero de los muralistas mexicanos, como Diego Rivera, y de otros grandes maestros como Durero, Rubens y Cézanne.

Impecable en su ejecución, el pintor trabajaba fondos con preferencia de tonos rojizos. Sobre esta base, empleaba tiza blanca y acrílico blanco. En su producción vemos retratos, selfies, desnudos, bodegones, paisajes, escenas de prostíbulo, de temática religiosa con santos y cardenales y escenas de corte militar. Un optimismo y una frescura con influencias de realismo mágico inundan muchas de sus obras. Botero también fue crítico con la sociedad. A través de sus personajes de volúmenes desmesurados llega a la caricatura. De este tono crítico no se escapa la política internacional, a la que sacó los colores pintando escenarios de guerra y torturas. Como escultor, creó piezas únicas de líneas redondas y sensuales con predominio de figuras humanas. Producida por el Palau Martorell y Arthemisia, en colaboración con la Fundación Fernando Botero y Clear Channel, se puede visitar hasta el 20 de julio de 2025 en Carrer Ample, 11. Barcelona.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky