
Se llama Alto Bardero. Es lo nuevo de la Latina (Madrid). Cocina mediterránea sin etiquetas. También hay tiraditos, tortillas, tacos y arroces melosos.
Vienen con el impulso del éxito cosechado en Bardero, en Arganzuela, donde aterrizaron en 2021. Los chefs León Bonasso y Pablo Paternostro desembarcan ahora en el centro de Madrid, en plaza de Puerta de Moros, 4. Ofrecen en su sala dos ambientes: barra de pinchos y comedor.
Llegan para armar lo que ellos llaman 'lío gastronómico'. "Bardero significa liante, en el buen sentido, y ser un alto bardero es ser un gran liante", comenta Paternostro. "Queremos volver al barrio por el cariño que le tenemos y traer parte del espíritu de Bardero aquí", recuerda Bonasso, que llegó a La Latina en 2004 con Juana la Loca, restaurante que fundó su padre.

La barra es el corazón de Alto Bardero. Ofrece pinchos fríos y calientes que salen en rotación. Un homenaje al picoteo y el compartir tan nuestro. Destacan el brioche de huevo trufado con crema de boletus y butifarra blanca; el raviolo de queso scamorza, confit de pato y chutney de peras; el salmón ahumado con salsa kabayaki y setas enoki en tempura y mayonesa de eneldo; y la jugosa tortilla de patatas con cebolla confitada.

En esta casa de comidas del mundo encontramos tiradito de corvina con mayonesa wasabi, naranja y caviar de soja; taco de anguila en tempura con huevo de codorniz; y los mejillones con crema de curry y frégola sarda. Vemos toques latinos y orientales en una carta renovada. Recomendados: los buñuelos de queso Idiazábal con chutney de tomate; el camarón de Huelva con huevos rotos y sobrasada; o la focaccia de alcachofas asadas, ajo confitado, queso Grana Padano y crema de queso Payoyo. Atención al secreto 100% ibérico de bellota, confitado con parmentier y el arroz meloso con azafrán, calamar estofado, manitas de cerdo y alioli de limón. Una maravilla.