
No hace falta explicar qué son las croquetas ni que son una de las recetas más distintivas de la gastronomía española. Crujientes y a la vez cremosas, este manjar no puede faltar en la carta de cualquier bar o restaurante. Y aunque el 16 de enero es el día internacional de la croqueta, cualquier momento es bueno para disfrutar de este bocado. Eso sí, ¿podemos presumir que realmente sean nuestras? ¿quién inventó esta receta? ¿Desde cuándo forman parte de nuestras mesas? ¿Realmente tenemos que darle las gracias a nuestras abuelas?
Lo primero que debemos conocer, y que ya nos da una pista sobre su nacionalidad, es el origen de su nombre. Croqueta deriva de la palabra 'croquette' del verbo francés croquer, que significa crujir, ya que hace referencia al crujido que suena al comerlas. Por lo que, podría decirse que las croquetas se llaman 'crujientitas'.
Un manjar de reyes
Aunque a día de hoy, todavía hay quien defiende que las croquetas es una invención de la cocina española, la realidad es otra muy diferente. Ya hace unas cuantas décadas que se demostró que son originarias de Francia, ya que fue en 1691 cuando aparecieron nombradas por primera vez en un libro de recetas 'Le cuisiner roial et bourgeois' de François Massialot. No obstante, no se sabe a ciencia cierta si tan solo recogió la receta o fue quién las creó.
Alrededor de las croquetas existen numerosas historias con diferentes fechas e hipótesis. La idea más extendida apunta al cocinero personal del rey Luis XIX, Louis de Bechamel. Sin embargo, no fue el año 1817 cuando el cocinero francés Antoine Cámere, conocido como 'el chef de los reyes', sirvió croquetas en la cena para el archiduque de Rusia. Se dice que este fue el que tuvo la idea de hacer pequeñas bolitas de bechamel envueltas en pan rayado.

Desde la corte a la mesa española
A España no llegaron hasta finales del siglo XIX, aunque si algo hay que reconocer es que aquí fue donde realmente se popularizaron a otros lugares como Países Bajos o Sicilia. Además, las croquetas de jamón y de cocido sí que son ideas españolas. En medio de la hambruna provocada por la Guerra Civil de 1936 surgió la cocina de aprovechamiento. Fue en esta época, cuando se comenzaron a añadir a la bechamel sobras de los guisos y caldo, para que aportaran más nutrientes.
Así que sí, aunque a día de hoy se asocian fuertemente con la cocina española, lo cierto es que las croquetas originales tienen raíces en la monarquía francesa.

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