
Las artes escénicas españolas saldan una deuda con el dramaturgo noruego Jon Fosse, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2023, con el estreno de Viento fuerte en el Teatro Español de Madrid. Esta obra, definida por su autor como un "poema escénico", encapsula los temas recurrentes en su teatro: el tiempo, el amor, los celos y la muerte prematura.
En palabras del actor Alberto Amarilla, quien interpreta a El Joven: "La obra es como el viento, a veces cálido, a veces frío, pero siempre presente, como los pensamientos que nos acompañan en la vida".
Fosse, cuya escritura es celebrada por su carácter minimalista y profundamente poético, se presenta como un autor que desafía las formas narrativas convencionales para invitar al espectador a un viaje introspectivo y emocional.

De Haugesund al Nobel de Literatura
Jon Fosse nació el 29 de septiembre de 1959 en Haugesund, Noruega. Desde temprana edad, encontró en la escritura un refugio para superar una adolescencia melancólica, marcada por la transición desde una infancia feliz. A los doce años comenzó a escribir, y desde entonces su trayectoria ha estado marcada por una constante búsqueda de sentido y expresión artística.
Su vida personal refleja una evolución espiritual y filosófica. Tras años de lucha con el alcohol, encontró un punto de inflexión en la religión, transitando por el luteranismo, el ateísmo, el cuaquerismo y, finalmente, el catolicismo, en parte influido por su matrimonio con Ana, una católica practicante, en 2013. Con seis hijos y una vida dedicada a las letras, Fosse combina lo cotidiano con una mirada profundamente trascendental en su obra.
Un teatro críptico y poético
El universo teatral de Fosse se distingue por su deliberado carácter enigmático. Sus obras, como Sueño de otoño (1998), Invierno (2000), Soy el viento (2008) y Viento fuerte (2021), presentan escenarios despojados y personajes desdibujados que carecen de nombres propios, siendo identificados por etiquetas genéricas como El Hombre, La Mujer o El Otro. Esta elección narrativa, que recuerda a Samuel Beckett, despoja a los personajes de cualquier psicología convencional para centrarse en sus emociones y relaciones.
En Viento fuerte, Fosse introduce un triángulo amoroso formado por El Hombre, La Mujer y El Joven. A primera vista, parece una trama clásica: un esposo que regresa para descubrir que su esposa lo ha dejado por un amante más joven. Sin embargo, a medida que la obra avanza, la narrativa se vuelve ambigua. ¿Son El Hombre y El Joven la misma persona en diferentes etapas de la vida? Para Fosse, esta pregunta es irrelevante, ya que lo esencial no son los personajes en sí, sino las fuerzas simbólicas que representan: lo viejo frente a lo nuevo, el tiempo que erosiona el amor y el deseo.
El teatro de Fosse está profundamente influido por grandes maestros como Beckett, Harold Pinter y Federico García Lorca, a quien el autor noruego admira profundamente. Su escritura combina silencios calculados, metáforas oníricas y un ritmo poético que evoca la textura de los sueños.
La actriz Zaida Alonso, que interpreta a La Mujer, destaca las posibilidades interpretativas que ofrece la escritura abierta de Fosse a medida que lo transitas como actor y descubres capas de significado que no son evidentes en una primera lectura.
El desafío de lo poético en escena
La puesta en escena de una obra tan abstracta como Viento fuerte plantea retos únicos. Se ha trabajado a partir de los conceptos fundacionales del texto —amor, muerte, tiempo y Dios— para construir una atmósfera escénica que dialogue con el público.
El teatro de Fosse no está diseñado para atraer a todo tipo de público. No es un musical de moda. Pese a ser el dramaturgo noruego más representado internacionalmente, las obras de Fosse apenas han llegado a las tablas españolas. La "culpa" es de su estilo críptico y su exigencia hacia el espectador. Sin embargo, la publicación en español de su obra dramática (a la vez que el estreno teatral) por la editorial madrileña De Conatus y la llegada de Viento fuerte a la plaza de Santa Ana marcan un punto de inflexión en su recepción en el país. El teatro de Jon Fosse no ofrece respuestas fáciles, pero abre puertas hacia las emociones humanas más profundas.