Evasión

Muere a los 93 años la irrepetible y grandiosa Silvia Pinal, la actriz mexicana que fue mucho más que musa de Luis Buñuel

  • La intérprete ha fallecido después de una semana hospitalizada 

En el vasto firmamento de las artes mexicanas, Silvia Pinal brilló con una intensidad que pocas estrellas alcanzan. Su muerte, a los 93 años, cierra una era irrepetible del cine, el teatro y la televisión. Pero como sucede con las figuras que trascienden, su partida no implica un final, sino una prolongación infinita de su legado en la memoria colectiva de México y del mundo.

Actriz, empresaria, productora y emblema de su tiempo, Pinal supo ser mucho más que una artista. Fue el rostro que resumió las contradicciones de un país en transformación: entre lo moderno y lo tradicional, entre lo sagrado y lo profano. Una vida polifacética que desde sus humildes comienzos en Guaymas, Sonora, hasta sus consagraciones en Cannes y Broadway, retrata no solo el ascenso de una mujer tenaz, sino también el de una nación que buscaba contar su historia al mundo.

Más allá de una musa

Para muchos, el nombre de Silvia Pinal se entrelaza de manera indisoluble con el de Luis Buñuel. El director español vio en ella la dualidad perfecta para encarnar sus relatos más provocadores, donde la inocencia se encuentra cara a cara con el abismo. Juntos crearon una trilogía que marcó un antes y un después en el cine: Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964).

En Viridiana, Pinal dio vida a una novicia cuya pureza es puesta a prueba por un mundo de deseos incontrolables, una actuación que le valió la Palma de Oro en Cannes y el reconocimiento internacional. En El ángel exterminador, su interpretación de una mujer burguesa atrapada en una inexplicable reclusión simbolizó el absurdo de las estructuras sociales. Estas películas, cargadas de simbolismo y controversia, consolidaron su lugar no solo como una actriz de carácter, sino como una figura que se atrevió a desafiar las normas de su tiempo.

Sin embargo, limitar su legado al de musa sería injusto. Silvia Pinal fue más que un rostro en la pantalla; fue una creadora que entendió las complejidades del entretenimiento y las llevó a cada rincón de su carrera. Participó en más de 60 filmes, desde comedias románticas hasta dramas desgarradores, explorando las múltiples facetas de la condición humana. Su versatilidad le permitió brillar tanto en las producciones independientes como en las grandes obras comerciales, ganándose el corazón del público y el respeto de sus colegas.

Del escenario a los hogares

Silvia Pinal no se conformó con los aplausos del cine; buscó nuevos desafíos en el teatro y la televisión. En Broadway, deslumbró con su energía en musicales como Hello, Dolly! y Mame, donde demostró que su talento vocal y su carisma escénico eran tan impactantes como su presencia en la pantalla.

En la televisión, conquistó generaciones con el programa Mujer, casos de la vida real, un espacio que combinó dramatización y crítica social. Por más de dos décadas, este proyecto no solo rompió récords de audiencia, sino que también puso sobre la mesa temas como la violencia doméstica, las desigualdades y los problemas que marcaban la vida cotidiana de miles de mexicanos. En este rol como presentadora y productora, Pinal demostró su compromiso con la realidad de su país, confirmando que el arte también es un vehículo de cambio social.

Una vida intensa y pública

La trayectoria de Silvia Pinal fue tan compleja y rica como su propia vida personal. Se casó cuatro veces, cada unión dejando una huella en su historia. Rafael Banquells, Gustavo Alatriste, Enrique Guzmán y Tulio Hernández fueron compañeros de una vida marcada por amores, desamores y tragedias. Entre las luces y sombras de sus relaciones surgieron figuras que seguirían su legado, como Silvia Pasquel y Alejandra Guzmán, quienes heredaron no solo su talento, sino también su resiliencia.

Pero Pinal también conoció el dolor más profundo. La muerte prematura de su hija Viridiana Alatriste, a los 19 años, fue un golpe devastador que enfrentó con una entereza que conmovió al país entero. A pesar de las pérdidas y las adversidades, siempre mantuvo una sonrisa luminosa, esa que el público reconocía como una muestra de fuerza y gracia.

El adiós de una era

En sus últimos años, la salud de Silvia Pinal comenzó a flaquear, pero su espíritu permaneció intacto. Su última aparición en los escenarios fue en una versión teatral de Caperucita ¡Qué onda con tu abuelita! en 2022, donde, a pesar de las limitaciones físicas, dejó claro que su pasión por el arte nunca la abandonaría.

Hoy, su legado vive en las generaciones que se inspiran en su trabajo. La Secretaría de Cultura la describió como un "pilar fundamental del cine, el teatro y la televisión en México". TelevisaUnivisión recordó las más de 5.000 horas de contenido que dejó como testimonio de su labor.

Silvia Pinal no fue solo una actriz; fue una institución. Representó un ideal que resonaba tanto en los grandes escenarios internacionales como en los pequeños pueblos de su México natal. Su muerte marca el fin de una era, pero también nos deja con la certeza de que su obra seguirá iluminando la cultura mexicana por generaciones.

Cuando las luces se apagan y el público abandona la sala, queda el recuerdo de lo que una artista como Silvia Pinal puede significar: un puente entre lo humano y lo divino, entre lo efímero y lo eterno. Su legado es, y siempre será, el de una vida vivida con intensidad, arte y una inmensa gratitud hacia el público que la acompañó durante más de nueve décadas.

¿Dónde ver sus películas en streaming?

Algunas de las películas en las que participó Silvia Pinal durante toda su trayectoria artística están disponibles en streaming. Viridiana, por ejemplo, puede verse en el catálogo de Movistar Plus+ y FlixOlé. Esta última plataforma también tiene colgadas Simón del desierto y Pan, amor y Silvia. En el caso de Ángel Exterminador, podemos acceder a ella a través de Movistar Plus+ y FlixOlé.

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