Apenas un trazo de arena blanca sobre el gigantesco lienzo azul del océano Índico. Así se aprecia, desde el aire, la diminuta isla de Dhipparafushi, en el remoto atolón Makunudhoo, al norte de Maldivas, donde este 2024 se inauguraba la apuesta más fuerte de la familia Soneva, cuya historia se remonta a los años 90. Fue entonces cuando Sonu Shivdasani y su pareja, la modelo sueca Eva Malmström, decidieron establecer el primer resort sostenible en Maldivas tras enamorarse perdidamente de estas idílicas islas.
No sólo fusionaron sus nombres, sino que también fueron capaces de aunar dos de sus pasiones: el lujo y el respeto por el entorno. Se convirtieron así en pioneros del SLOW LIFE (Sustainable Local Organic Wellness Learning Inspiring Fun Experiences) diseñando alojamientos donde la exclusividad no es ostentosa, sino humilde y sencilla, y donde la sostenibilidad no se queda, ni mucho menos, en un simple adjetivo de marketing. Ahora, tres décadas, tres resorts y un yate privado después, se han pasado el juego usando todo su bagaje para crear Soneva Secret, en el que la perfección se eleva al cubo y sigue fiel a sus principios.
Han creado un santuario en medio del paraíso donde desconectar para volver a conectar sin tener que renunciar a nada, salvo dos excepciones necesarias para cumplir con la filosofía no news, no shoes que les caracteriza. Para que la estancia sea lo más relajante, tranquila y libre de distracciones posible se pide a los huéspedes que no usen sus teléfonos móviles en las zonas comunes. Pero, además, desde su llegada, se les invita a quitarse los zapatos que recuperarán al salir. A partir de entonces, toca entregarse por completo a la experiencia de andar descalzo, a sentir la arena entre los dedos de los pies mientras al caminar irá dejando atrás el estrés para sumergirse en la calma y la paz que flota en este ambiente diseñado para poner el foco en el descanso y el disfrute.
Todo el mundo va descalzo allí, incluidos el mayordomo, el asistente y los chefs privados que tendrán a su disposición en su propia villa. Tres personas a su servicio para que su estancia en Maldivas sea personalizada y exclusiva, hasta el punto de que el chef diseñará, cada día, el menú en función del capricho de su paladar.
Sólo hay 14 villas en Soneva Secret a las que no les falta detalle, desde el tobogán por el que deslizarse al agua, a la piscina, el gimnasio, la sala de spa, pasando por el techo retráctil para observar las estrellas desde la cama. Si se lo puede permitir, no dude en reservar la innovadora Castaway, la primera villa flotante de este tipo en Maldivas. Aunque le cueste salir de la estancia, no deje de hacerlo porque el resort ofrece multitud de experiencias a cual más increíble.
Los amantes de la gastronomía van a necesitar varios días para degustar la variada y sofisticada oferta. Las opciones culinarias abarcan una amplia gama de cocinas internacionales, con chefs especializados en platos japoneses, tailandeses, vietnamitas, maldivos, italianos, mediterráneos y más. Más allá del chef privado de su villa, los espacios comunes tienen mucho que decir. En So Primitive, podrá disfrutar de una cena al estilo "pies en la arena", donde los ingredientes frescos de la isla se cocinan al fuego, evocando los sabores más auténticos de la región. Para quienes deseen elevar, en todos los sentidos, aún más la vivencia, deberían reservar en el restaurante Out of This World ubicado en una torre comedor con bodega y observatorio en plena laguna. Sólo llegar a su mesa ya será diferente porque lo hará deslizándose en tirolina, para después cenar bajo las estrellas y terminar aprendiendo de un astrónomo que le guiará en la exploración del fascinante cielo nocturno de Maldivas.
Siguiendo con la máxima de hacer del momento de la comida una experiencia única, nace Robinson Crusoe Picnic. Imagine una playa desierta solo para usted y sus acompañantes donde podrá disfrutar de una comida preparada por su chef privado, hacer esnórquel en aguas cristalinas o simplemente relajarse en completa soledad. Otra aventura épica es cenar a bordo de un crucero por las tranquilas aguas del atolón acompañado por un astrónomo con el que aprender de estrellas y constelaciones. La lista sigue con barbacoas privadas en un banco de arena o degustaciones de cocina maldiva en la orilla.
Cuando simplemente le apetezca picotear algo, ponga rumbo a The Living Room, un espacio de dos pisos que sirve como punto de encuentro, donde además de una biblioteca y una boutique, encontrará una sala en la que puede saborear chocolates, quesos, helados y charcutería de la mejor calidad.
Para quienes buscan bienestar y relajación, el spa de Soneva Secret es un santuario de paz. Inspirado en el equilibrio entre tradición y modernidad, ofrece tratamientos basados en la sabiduría ancestral de la medicina natural combinada con la tecnología más avanzada en el campo del bienestar. Desde masajes relajantes hasta sesiones de reflexología y terapia ayurvédica, cada tratamiento se adapta a las necesidades del huésped, permitiéndole rejuvenecer cuerpo y mente. Dan un paso más allá con Wellness Alchemy Bar donde se imparte a los huéspedes sesiones y talleres personalizados para aprender a elaborar productos de belleza, tónicos y remedios naturales a base de ingredientes orgánicos y locales.
Corazón verde
La sostenibilidad no es sólo un complemento en Soneva Secret, sino que está en el corazón mismo de su propuesta. El resort ha implementado prácticas ecológicas que minimizan el impacto ambiental y apoyan a la comunidad local. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra el Eco Centro Waste to Wealth, un proyecto que transforma los desechos del resort en materiales reutilizables, promoviendo un ciclo de sostenibilidad en todas las operaciones.
Esta filosofía se refleja también en el programa de actividades, que incluye la Ruta SLOW LIFE, una experiencia educativa en el Eco Centro para aprender sobre la filosofía ambiental de Soneva y disfrutar de un almuerzo en la cercana isla de Makunudhoo. Los huéspedes también pueden unirse al equipo en la actividad So Community, colaborando en la limpieza de hábitats naturales como arrecifes e islas cercanas, reforzando el compromiso de Soneva con la conservación de la biodiversidad marina.
La privilegiada ubicación de Soneva Secret en el atolón Makunudhoo ofrece una puerta de entrada a uno de los ecosistemas marinos más fascinantes de las Maldivas plagado de arrecifes coralinos, donde el esnórquel es una auténtica fantasía. Además tendrá la oportunidad de nadar con mantarrayas y tortugas junto a un biólogo marino que transmitirá la importancia de la conservación y el medioambiente. Otra experiencia mágica es el crucero al atardecer en busca de delfines o la codiciada expedición para ver tiburones y ballenas. Por supuesto, también es posible bucear junto a instructores PADI.
La exploración marina también incluye el acceso de los huéspedes al centro de biología marina de Soneva Secret, donde participar en talleres y actividades educativas e incluso en programas de conservación de los arrecifes.
Navidades en bañador
La época navideña es un momento especial en Soneva Secret, donde las festividades se transforman en una celebración íntima y personalizada para cada huésped. El programa de actividades comienza el 24 de diciembre con una propuesta para toda la familia: los más pequeños son invitados a decorar el árbol de Navidad en The Den, el centro de actividades infantiles. También podrá aventurarse a una experiencia de esnórquel en el Jardín de Rosas, un rincón de arrecifes, a unos veinte minutos en bote de la laguna de Dhipparafushi, donde la biodiversidad marina se despliega en todo su esplendor. Para el almuerzo, el chef Raka prepara una selección de dim sum en The Living Room, acompañados de cócteles con temática de dragón. Descanse para asistir después a una cena de Nochebuena muy especial con actuaciones incluidas.
El 25 de diciembre, la celebración continúa con un desayuno en la cama que incluye champán y delicias como foie gras sostenible o huevos de caviar. Los niños podrán elegir entre distintos talleres infantiles antes de que Santa Claus llegue, en barca, a Soneva Secret para entregarles sus regalos.
Para comer día de Navidad, deberá decidir entre hacerlo en la playa con una parrillada de marisco, ceviches y ensaladas tras hacer esnórquel, o apuntarse al brunch navideño familiar, con platos tradicionales, vino caliente y el emblemático eggnog, una bebida a base de leche de coco, huevo crudo, crema, azúcar, especias como cardamomo o vainilla más el toque. Por la tarde, se ofrece un té al estilo maldivo, mientras que para cenar degustarán un menú de cinco platos a la luz de las velas.
Ojo que si su estancia continua el 26 de diciembre le espera una apretada agenda. Desde una fiesta infantil de Elfos, a un brunch flotante servido en la piscina de su villa con mariscos y cócteles, pasando por una sesión del Dr. Ashra con reflexología, té y terapias para inducir al sueño, una cena comunitaria de hot pot servida en la playa para compartir con otros huéspedes, un taller de astronomía, un divertido concurso por equipos con preguntas y respuesta, para terminar en la arena junto a una fogata, bajo las estrellas, tomando una copa mientras escucha leyendas e historias locales de mano del equipo de Soneva Secret.
El 31 de diciembre comienza con Desayuno Primitivo, inspirado en los sabores maldivos y preparado a la parrilla. Durante el día, las familias con niños están invitadas a formular juntas sus propósitos para el nuevo año en una actividad creativa. Los adultos podrán asistir a un taller de belleza orgánica y sostenible en el Wellness Alchemy Bar. En esta ocasión, no habrá uvas pero sí un festín culinario y mucho entretenimiento para despedir el año en el paraíso. Amanecer el primer día de 2025 allí será inolvidable.
