Evasión

Entrevista con Alizzz: "Me está costando encontrar un camino que me haga sentir vivo otra vez"

Dice que es "un outsider" de la industria y que él marca las velocidades en busca de respuestas frescas. También que su proceso creativo se asemeja a viajar con la ventanilla del coche bajada y el corazón a 120 pulsaciones por minuto, una combinación que aúna —qué paradoja— control y peligro. Alizzz celebra el lanzamiento de Carretera perdida (Warner), un álbum con el que consolida su carrera como solista, apuntando a los riffs de guitarra y vislumbrando caminos oscuros, aunque no excesivamente arriesgados.

"Este disco es el proyecto más importante de mi vida", nos cuenta Cristian Quirante (Castelldefels, 1984). Lejos quedan sus inicios como DJ en Berlín y su faceta estricta de productor. Ahora su proyecto explora otros lugares. "Animarme a cantar me ayudó a aprender un montón de cosas sobre mí y a tener mucha más confianza. Ponerte delante de todo el mundo y mostrar tus inseguridades es horrible, y eso lo he tenido que trabajar. Este ha sido mi último gran giro a nivel profesional, y ha cambiado mi vida", explica.

Alizzz sigue siendo un artista colaborativo, aunque esta vez es él quien traza la ruta. Conducción temeraria se compone de diez canciones, y cuatro de ellas llevan la firma de músicos diversos. Son María Arnal, Conociendo Rusia, Renaldo & Clara y Cuco. "Me gustan porque tienen una propuesta muy propia, no son artistas genéricos. Tienen una identidad muy propia, algo que decir", sostiene. Estos nombres le han ayudado a combatir uno de sus grandes terrores: quedarse anclado en un proyecto eterno, no conquistar nunca la autenticidad. Quizá por ello está cansado de que le pregunten siempre por lo mismo: C. Tangana. Pero resulta inevitable hacerlo cuando define el pop actual como algo "aburrido" y "poco original".

¿Qué pasa con el pop?

En el tiempo que fue el otro brazo de Pucho, participó en la redefinición de la música popular en España. En 2016, ambos lanzaron con Rosalía la canción del verano, Antes de morirme; y en 2017 publicaron bajo el amparo de Sony un álbum clave para ambos, Ídolo. "Estoy con Alizzz intentando hacer un disco de música que sea un reflejo de todo lo que a mí me gusta de la música urbana, y que la forma de presentarlo no sea como un disco de rap, sino como un disco de música actual —lo que yo quiero llamar pop, pero que en todo el mundo se conoce como música urbana, y que para mí es como el nuevo pop o lo que era el rock, que es lo que escucha el 85% de las personas. El otro día escuché a Bunbury decir que no sonaba rock en las radios… bueno, llevábamos con su dictadura del rock 30 años, pues ahora nos toca a nosotros, ahora nosotros somos los nuevos rockeros", contaba por aquel entonces 'el madrileño'. Ahora Alizzz ya no es "el productor de C. Tangana", como muchos le conocían, ni está satisfecho con la música popular que se hace hoy. No le estimula.

—¿En qué ha derivado el pop, entonces?

—El pop en España viene de ese big bang que sucedió cuando Pucho y yo hicimos Ídolo. Y también de Dellafuente, pxxr gvng… un montón de gente que puso muchos ladrillos para que todo el mundo de lo urbano, el R&B… tuviera su camino. Siento que formé parte de eso, pero, como siempre, cuando empiezas algo traes cosas de nicho, del underground, de la vanguardia… La gente se vuelve loca con eso y luego llega un punto en el que está todo dicho. Todo el mainstream se vuelve genérico, muy industrial. La cosa en el pop está muy aburrida y seguramente pronto llegarán nuevas tendencias que arrasen con lo que hay ahora. Lo llevo pensando hace algún año ya. Pero siento un hastío con eso. Y si lo siento yo, lo sienten muchas personas más. Llegará algo nuevo y la gente lo abrazará. No creo que tarde mucho tiempo.

—¿Y qué hay, por ejemplo, del colectivo RusiaIDK? Artistas muy jóvenes, como Rusowsky, Ralphie Choo, Gala Durán o Drummie están haciendo mucho ruido.

—Lo que ellos hacen tiene un punto más electrónico, extraño, vanguardista, extravagante… que sí, es bastante diferente a todo lo que había hasta ahora. También hay muchas bandas que están muy fuertes, cercanas al post punk, como Depresión Sonora, Carolina Durante, Alcalá Norte… Hay un momento en el que las bandas empiezan a resultar cada vez más interesantes al público en lugar de los artistas solistas. No sé, son propuestas que pueden generar tendencias…

Los riesgos de reivindicar Cataluña

Esta escena de la que hablamos surge en Madrid. Sin embargo, en este caso Alizzz trabaja desde la excepción. Reivindica en todo momento sus raíces catalanas, motivo por el que muchos le han señalado. En su momento dijo que quería que se le considerara, por encima de todo, un un artista catalán: "Si ahora mismo digo que me siento más catalán que español creo que eso no tendría que escocer a nadie, pero veo que sucede así. Cuando hablé de este tema, al día siguiente tenía 500.000 mensajes en mis redes sociales de gente echando bilis por un titular. No habían leído nada más. A veces no me apetece meterme en berenjenales, y otras leo, me río, me parece bien que haya debate… y me posiciono. Me da un punto de identidad artística que me gusta, pero también me agota". "Un artista no puede tener opinión sobre todo. Para eso ya están los tertulianos", puntualiza.

"Si digo que me siento más catalán que español no tendría que escocer a nadie, pero cuando hablé de este tema al día siguiente tenía 500.000 mensajes de gente echando bilis por un titular"

Una gira, velocidad y desasosiego

Al músico le esperan dos años dedicados en cuerpo y alma a Carretera perdida. La promoción es larga, y a ella se suma "la gira" —de momento este año solo dará dos conciertos, en Barcelona y en Mallorca—. Se plantea volver a producir "para bandas", aunque se abre a distintos horizontes. No solo visualiza nuevas metas, sino también procesos más amables y reposados. "Me está costando encontrar un camino que me haga sentir vivo otra vez. Quiero encontrar algo que me haga volver a escribir. Música para mí, proyectos que me llamen la atención", se sincera. "Una de las cosas de las que hablo en el disco y que me obsesionan es la incapacidad de bajar el ritmo. Y creo que esto no solo me afecta a mí. Nos afecta en general a toda la gente joven. Me veo siempre decidiendo sin racionalizar demasiado las cosas, tomando decisiones un poco inconscientes, innecesarias. Es algo que se ha acelerado en los últimos años. Vivo en una huida hacia delante".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky