
Madrid, 4 oct (EFE).- La delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, ha subrayado hoy que pese a las quejas de comerciantes, hosteleros y empresarios del ocio no minorará ni atrasará la puesta en marcha de Madrid Central, el área que cerrará el centro al tráfico de no residentes a excepción de coches no contaminantes y los que acudan a aparcamientos.
En la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Sabanés, quien ha sustituido en la portavocía a Rita Maestre, de viaje en su función de secretaria general de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), ha asegurado que Madrid Central entrará en vigor el 23 de noviembre en pruebas, ya que por el momento se iniciará con un conteo manual y no se multará.
Tras la constitución ayer de una Plataforma de afectados por Madrid Central, Sabanés ha defendido que en un proceso de tres años ha mantenido "reuniones con los distintos sectores además de los que pudieran estar beneficiados, que no afectados, por el proyecto de Madrid Central" y seguirá haciéndolo.
No se ha reunido en cambio con esta plataforma, que pide retrasar la puesta en marcha de Madrid Central por temor a la pérdida de empleos, ya que como ha subrayado no ha tenido oportunidad de hacerlo porque ésta se constituyó ayer.
Madrid Central es una reivindicación de los vecinos de centro ante el uso "intensísimo" del vehículo privado que genera un problema de salud pública debido a la contaminación y "dificulta las condiciones de vida" por lo que el Consistorio se mantendrá firme con su establecimiento y continuarán con las "fechas establecidas", ha subrayado Sabanés.
La concejal de Ahora Madrid ha recalcado además que estas medidas no solo son un acuerdo avalado por el pleno, sino que son un requerimiento de la Unión Europea, que exige que la capital reduzca sus emisiones contaminantes.
La delegada de Medio Ambiente ha respondido a la patronal de las empresas de paquetería y logística en Madrid, UNO, que ayer pidió posponer la entrada en vigor de este área por coincidir con el Black Friday recordando que las restricciones de Gran Vía coincidieron precisamente con los momentos de más compras.
Según Sabanés, ya entonces se incluyeron autorizaciones de acceso para las empresas de distribución urbana de mercancías y con la entrada en vigor ese sistema será "más ordenado" y "flexible".
En opinión de la delegada de Medio Ambiente nadie va con el coche hasta la "puerta" de las tiendas para acudir a las rebajas.
La titular de Medio Ambiente y Movilidad también ha respondido a las quejas por los límites a los vehículos ligeros de reparto sin distintivo ambiental, que no podrán acceder a Madrid Central desde 2020, y ha abogado por implementar ayudas para renovar la flota de mercancías, como ya ocurre con los taxis.
Además, desde el Ayuntamiento han señalado a Efe que la flota afectada por esta medida cumplirá 20 años el año que viene, cuando entre en vigor la restricción, mientras que el resto de vehículos que sí cuentan con distintivo ambiental verán ampliados sus horarios de reparto respecto a los que ya existen en las actuales APR.
Respecto al refuerzo del transporte público para acudir al centro, Sabanés ha recordado que el Ayuntamiento no puede decidir ni la ordenación de líneas de la EMT ni el refuerzo de los autobuses, un ámbito que depende del Consorcio Regional de Transportes donde la capital no tiene la mayoría.
Pese a ello la delegada, que esta a la espera de que se convoque una reunión del Consorcio, ha asegurado el número de líneas y medios para acudir al centro entre Metro, EMT, Cercanías, coches compartidos o Bicimad es "importante".