
Madrid, 8 abr (EFE).- Pulseras, gargantillas, anillos y pendientes, joyería "vintage" a precios asequibles inunda las vitrinas de Almoneda, la feria de antigüedades, galerías de arte y coleccionismo en Ifema, en la que destacan delicados broches Art Decó.
Emilio Iarlori, socio de la joyería Vendôme, especializada en el siglo XIX y Art Decó, explica a EFEstilo que los broches simples y dobles de los años 30 en platino y brillantes son algunas de las piezas estrella en esta feria.
Detalla que todo lo que relumbra bajo sus vitrinas procede de "grandes comerciantes" de Francia, Londres o Nueva York y apunta a que el éxito del Art Decó se debe a que se trata de joyas con un diseño "intemporal" y de una gran "pureza" en sus líneas.
"Son joyas que no pasan de moda" y ahora no hay técnicos que realicen con la misma maestría este tipo de piezas, en un ochenta por ciento de procedencia francesa.
El mercado de las joyas no vive tiempos de crisis. "Es más difícil conseguir las piezas que venderlas", explica Iarlori.
"La gente invierte en cosas tangibles y continúa habiendo eventos familiares como una pedida de mano y una boda", momentos en los que las joyas continúan siendo imprescindibles.
Terese Oyarbide, de la joyería Iruretagoyena, muestra una de las piezas más significativas que se pueden contemplar en la feria, también un broche, "moscardón" del XIX, un momento en el que reproducir animales como joyas era muy habitual.
Su singularidad radica en la "calidad" y el "tamaño" del rubí, además de la mezcla de diamantes y materiales como el ónix, zafiros y esmeraldas. "Aparte su importancia, la pieza es muy ponible".
Le gusta proponer diferentes usos a los broches, una manera de darles mayor "uso". "No hay que limitarse. Siempre se pueden adaptar como pulseras con una cinta de cuero o terciopelo; alrededor del cuello en una cadena; o en el pelo".
"Hay que actualizar las joyas que cada vez encuentran un público más joven", comenta.
El esmalte es otra de sus especialidades, aunque reconoce que quien no tiene una joya "importante" se decanta por un "anillo" de brillantes: "Un solitario, un cinquillo o un tresillo" de pedida.
Martín Izquierdo, propietario de Antigüedades Muñana, apuesta por piezas con diseños en micromosaicos en ónix y oro y por diseños españoles de los años 70 y 80, cuando "aquí se confeccionaban piezas en exclusiva" para algunas señoras.
Turquesas chinas, amatistas y un juego de collar y pendientes con rubíes y coral piel de ángel, "uno de los más escasos del mundo", forman parte de su colección.
Anillos desde 200 euros hasta pulseras de 50.000 son algunos de los precios que se manejan en esta feria que finalizará en Ifema el próximo domingo 14 de abril.