
La Comisión Europea apostó este martes por introducir cambios en la estrategia de apoyo al refugiado, con el objetivo de afianzar su integración en el país de acogida, de modo que se reduzca su "dependencia" a largo plazo de la ayuda humanitaria. "La ayuda humanitaria puede salvar vidas y proporcionar necesidades básicas, pero no es una solución a largo plazo", dijo el comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christps Stylianides.
El comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica, aboga por profundizar las sinergias entre las acciones humanitarias y las de desarrollo, con más apoyo a la educación y sanidad. Para ello es necesario estrechar la cooperación entre los países de acogida, los donantes internacionales, los actores humanitarios y de desarrollo y las comunidades locales, además de con la sociedad civil y los propios desplazados.
Finalmente, el comisario de Política de Vecindad, Johannes Hahn, apostó ayer por exprimir lo aprendido de la crisis siria para ?adaptar nuestras políticas, internas y exteriores, para asegurar dignidad y esperanza? de los migrantes.
Este posicionamiento de los comisarios se produce después de conocerse el impacto positivo en el empleo alemán de los refugiados. La acogida generó entre agosto de 2015 y febrero de 2016 decenas de miles de puestos de trabajo en Alemania, según un estudio del Instituto de Investigaciones sobre el Mercado Laboral (IAB), difundido hoy por la Agencia Federal de Empleo. La creación de empleos se notó especialmente en los sectores de enseñanza de idiomas, personal de vigilancia, asistentes sociales, traductores, personal administrativo y sector de la construcción.
El estudio advierte que no puede cifrarse aún cuántos de esos puestos son realmente nuevos, ya que se parte de la base de que en muchos casos se trata de empleos que ya existían en otros ámbitos y que se desplazaron a estas tareas.