El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha asumido este martes la presidencia semestral de la Unión Europea tras conocerse el 'no' polaco al Tratado de Lisboa. En rueda de prensa, Sarkozy ha asegurado que no concibe Unión sin Polonia y que por ello estará en contacto con el presidente polaco para que asuma los compromisos europeos adquiridos por ese país, entre ellos el tratado.
En este sentido, el presidente francés ha asegurado que no duda "ni por un momento" de que su colega polaco, Lech Kaczynski, "cumplirá su compromiso" y ratificará el Tratado de Lisboa.
"No imagino que el presidente que firmó el documento en Bruselas y en Lisboa pueda poner en entredicho su propia firma", ha asegurado Sarkozy, al ser preguntado sobre la declaración de Kaczyinski de que por el momento no ratificará el tratado, tras el "no" irlandés.
Por su parte , el presidente de la Comisión europea Durao Barroso ha asegurado que "lo que hace falta hoy en día en la UE es coraje político y compromiso, y el presidente Sarkozy tiene ambos". Barroso ha indicado que Sarkozy hará un buen papel en relación al Tratado de Lisboa y se ha mostrado satisfecho por la 'vuelta' de Francia a la UE. "Sarkozy logrará superar los retos de la UE", defendió Barroso hablando de los mercados energéticos, del cambio climático y del alza del precio del gobierno.
Los 'no' al Tratado
Por otra parte, en una entrevista de más de una hora en la televisión pública France 3, el jefe de Estado galo expuso sus prioridades para esta presidencia, que reconoció que se ve complicada por el "no" irlandés al tratado de Lisboa. Dijo deplorar este "retroceso" que atribuyó a la forma de construir Europa. "Por tanto hay que cambiar profundamente nuestra forma de edificar Europa", señaló Sarkozy.
Otras prioridades serán la inmigración, el medio ambiente y la energía, la agricultura, la seguridad y la fiscalidad, porque "dibujan una Europa concreta que va a defender a las personas".
Sarkozy anunció que propondrá además a la UE la rebaja del impuesto del valor añadido (IVA) hasta un 5,5% sobre "todo lo ecológico", como los coches y edificios limpios.
Los aspectos más difíciles
Reconoció que el dossier "más difícil" de su presidencia de la UE es el paquete "energía-clima", que prevé para 2020 la reducción en un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero y del consumo energético y el paso a un 20% de energías renovables. Tras explicar las diferentes situaciones energéticas entre los Veintisiete, dijo que intentará que el paquete, propuesto por la Comisión Europea, sea adoptado como tal y, si bien quiere que Europa muestre el ejemplo para un acuerdo internacional en 2009 contra el cambio climático, rehúsa "sacrificar a las industrias europeas" en este proceso.
Aprovechó para volver a defender su propuesta, mal recibida por varios de sus socios europeos, para modular el IVA de los carburantes como respuesta a la escalada de los precios del crudo. Una vez más y pese a afirmar que la independencia del Banco Central Europeo (BCE) debe "ser preservada", criticó al organismo por anteponer la lucha contra la inflación al crecimiento económico.
'Ataca' a la OMC
Sarkozy cargó asimismo contra el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el comisario europeo del gremio, Peter Maldelson, que "quisieran hacernos aceptar un acuerdo" por el que Europa se comprometiera a reducir su producción agrícola en un 20%, en este momento de crisis alimentaria global. "No dejaré" que eso suceda, prometió el presidente, que dijo rechazar el proteccionismo pero está "harto de la ingenuidad" y exige "la reciprocidad" y que la UE luche "con igualdad de armas".
Por otra parte, Sarkozy, partidario de la "inmigración escogida", apostó por la adopción del pacto europeo de inmigración que promueve Francia, se amparó en la aprobación de la directiva de retorno por el Parlamento Europeo para defender la expulsión de inmigrantes sin papeles y reivindicó que tiene "un corazón, como todo el mundo".
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