
Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional (FN) de Francia, propone arreglar el problema de la inmigración en Europa -con Melilla como foco- con "una señal que diga que no tenemos nada que ofrecerles", por ejemplo, "no escolarizar a sus hijos, no pagarles el médico, ni darles ayudas sociales".
Así lo ha confesado en una entrevista concedida al diario El Mundo dos días después de que el Frente Nacional haya logrado el mejor resultado de su historia en la primera ronda de los comicios municipales franceses. Esta formación ultra se ha consolidado como la tercera fuerza política del país, con un 4,65 % del total de votos. De cara a la segunda vuelta, que se celebrará el 30 de marzo, se proponen competir en 315 ayuntamientos y ganar en alguna de las 15 poblaciones en las que quedó en cabeza el pasado domingo.
"El apoyo a nuestras candidaturas en estas municipales y en las próximas elecciones europeas, donde esperamos ser la lista más votada de Francia, evidencia el rechazo de los ciudadanos a las políticas impuestas por la Unión Europea" declara Le Pen.
El problema de la inmigración
Para la líder del Frente Nacional, la situación en Melilla es "una tragedia". Sin embargo, para ella "Lo peor es que esa situación va a seguir agravándose porque cada persona que acogemos en territorio europeo ve en esa acogida una señal de llamada". De hecho, Le Pen considera que "Quienes han dejado que esto ocurra son los grandes culpables de esas muertes constantes y de esa oleada de inmigración ilegal".
Sobre incrementar la cooperación comunitaria para controlar la inmigración, Le Pen sentencia que "eso no servirá". "Mientras que Europa mantenga una política atractiva para los inmigrantes, nadie les parará. Hay que poner en marcha una política disuasoria" señala la líder francesa. De forma concreta, Le Pen propone que "no escolarizaremos a sus hijos, no les daremos ayudas sociales, ni alojamiento... Lo de Melilla se soluciona quitando la Sanidad a los inmigrantes".