El primer ministro de Eslovaquia, el socialdemócrata Robert Fico, y el empresario y filántropo Andrej Kiska, con el 28 por ciento y el 24 por ciento de los votos respectivamente, pasarán a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, una vez se han escrutado el 99,5 por ciento de las papeletas.
Con una participación del 43,4 por ciento, Fico y Kiska, los dos favoritos durante la campaña electoral, se citarán en la segunda vuelta, prevista para el 29 de marzo, en la que elegirán a su cuarto presidente, según recogen medios locales.
Fico, respaldado por el partido gobernante Smer, tiene 50 años. Su andadura política comenzó desde una temprana edad, engrosando las filas del Partido Comunista eslovaco, para posteriormente trabajar como representante de Eslovaquia ante la Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la sección de Derechos Humanos de la Comisión Europea.
Es diputado socialdemócrata desde 1992 y consumó su escalada política en 1998, cuando se convirtió presidente de la Izquierda Democrática Eslovaca (SDL). Un año después dejó el partido y fundó Smer, la formación que lidera en la actualidad y que viene a encarnar una "tercera vía política" en el país a los tradicionales conservadores y socialdemócratas.
Entre 2002 y 2006 se erigió como líder de la oposición parlamentaria en el país y llegó a relegar en un segundo plano a su antigua formación, el SDL. En 2006 ganó las elecciones y formó gobierno con los nacionalistas y los populares eslovacos, que se prolongó hasta 2010. Tras un impasse de dos años en la oposición, en 2012 se proclamó de nuevo primer ministro y a finales del año pasado confirmó su intención de presentarse a la Presidencia bajo el lema 'Listo para Eslovaquia'.
Por su parte, Kiska, de un año más que su oponente, es un popular millonario y filántropo eslovaco, graduado en ingeniería electrónica, pero que ha terminado granjeándose una importante fortuna en el negocio de los préstamos. Junto con su hermano, en 1996, fundó la primera compañía de compra a plazos del país.