Europa

Alemania también despilfarra: aeropuertos, óperas y estaciones inútiles en el país de Merkel

Imagen de nuevo aeropuerto de Berlín. Archivo

Aeropuertos fantasma como el de Castellón o el de Ciudad Real, fastuosas obras como la Ciudad de la Cultura en Galicia o las polémicas obras firmadas por el famoso arquitecto Calatrava son solo algunos de los despilfarros urbanísticos de España. Pero nuestro país no es el único que los comete: Alemania también sufre el lastre de esta mala gestión del dinero de todos.

El nuevo aeropuerto de Berlín-Brandemburgo surgió con la idea de sustituir los dos aeropuertos de Schönefeld y Tegel en 1996. Sin embargo, todavía son pocos los que se atreven a fijar la fecha de su puesta en funcionamiento con la vergüenza de verse obligados a rectificar para aumentar los plazos una vez más.

En el año 2006 se consiguió la autorización judicial para iniciar la obra del proyecto, el objetivo era abrir sus puertas en cuatro años. Se postergó a 2011, incluso se invirtió en una campaña que daba la bienvenida al "aeropuerto más moderno del mundo" en el día 3 de junio de 2012. Pero no.

Contratiempos en el sistema antiincendios lo aplazaron de nuevo a 2013, a 2014 y los rumores delatan que será en 2016 cuando se inaugure.

El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, ha hablado: "El nuevo aeropuerto de Berlín-Brandemburgo tampoco se inaugurará en el 2014". Su presupuesto inicial se fijó en 2.300 millones de euros para actualmente superar el duplo con 5.700 millones, según recoge La Vanguardia.

La responsabilidad de la construcción del aeropuerto de Berlín no reside en un sólo partido político, todo el arco político alemán está implicado: el Gobierno federal, el de Berlín y el de la región de Brandemburgo.

Aeropuerto sin pasajeros

La versión alemana del aeropuerto que Fabra tildó como propio es el de Kassel-Calden. Cuadriplicó su presupuesto de partida alcanzando los 270 millones de euros. Esta primavera abrió sus puertas relucientes pero desde octubre ni un pasajero ha pisado este aeropuerto que hace eco y observa los bostezos de sus 140 ociosos empleados.

La obra se encuentra a 150 kilómetros del de Frankfurt y 180 del de la ciudad de Hannover, las ideas brillantes de este pelaje no son exclusivas de la Península Ibérica al parecer.

La versión alemana de los aeropuertos de provincias españolas no es un caso aislado, la Ópera de Elba, la estación ferroviaria de Stuttgart, la Deutsche Oper de Berlín o el túnel ferroviario de Leipzig- también duplicó su presupuesto- son otros ejemplos de la mala gestión del país de Merkel.

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