
Parece que los últimos días habrían despertado finalmente al menos a algunos de los electores socialdemócratas, así que el partido de Peer Steinbrück está decidido a alargar la campaña electoral todo lo que se pueda.
En Alemania no hay jornada de reflexión por lo que ya se han programado actos para movilizar el voto de centroizquierda hasta el último momento. A su campaña last minute se le añadirán también encuestas de última hora, que podrán acompañar a los indecisos incluso en su camino hasta el colegio electoral, algo que a pesar de estar permitido por la legislación, no tiene tradición en Alemania.
Y es que las últimas horas podría haber aportado algo de suspense a los comicios del próximo domingo. El hundimiento de los liberales en Baviera ha hecho pensar a más de uno que los socialdemócratas podrían tener un papel más importante que liderar la oposición a partir del próximo lunes, por lo que puede que algunos hayan recuperado la fe en que votarles el domingo pueda servir de algo.
Planes y cábalas
En realidad, también hay rumores de supuestas reuniones a escondidas para planificar ya una posible gran coalición, algo que todavía Steinbrück descarta categóricamente y que Merkel sólo contempla como "una excepción".
Sin embargo la gran duda sobre si los liberales conseguirán o no entrar en el Parlamento no ha hecho que hasta ahora la CDU haya optado -tal y como se les pide desde algunos sectores- por pedir a sus electores que se inclinen por los liberales en su segundo voto (el sistema electoral alemán cuenta con dos votos por persona). En concreto, la actual canciller reiteró ayer que "para tener un mandato fuerte en el futuro, es importante contar con el apoyo de los dos votos de los alemanes". Merkel reiteró que el FDP tiene su propio programa electoral, aunque apostó por que "juntos" puedan "conseguir el éxito".
Aunque no es ningún secreto que en según qué ámbitos Merkel y sus correligionarios procuran mantener las distancias con los actuales socios de Gobierno en un momento en que éstos no gozan de su mayor popularidad. En lugar de protegerlos, se han manifestado por ejemplo claramente reticentes ante un punto del programa electoral liberal que esta semana ha saltado a primera página de los periódicos. Se trata del compromiso del FDP de acabar cuanto antes con el Mede, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, que entienden como un instrumento temporal e innecesario. A ello la CDU ha respondido rápidamente que Alemania firmó unos tratados que no se pueden desobedecer, y aseguran que no comparten la postura con sus socios.