
Las tensiones entre los jugadores del Barça y del Real Madrid en la Selección Española parecían cosa del pasado. Hasta ahora. El seleccionador nacional, Vicente del Bosque, ha confirmado que la relación entre algunos de sus jugadores no es la más adecuada. Preguntado sobre el posible 'mal rollo' Piqué-Ramos, el seleccionador ha asegurado que "son chavales jóvenes con sus discrepancias, pero no tendrán problemas", al tiempo que ha añadido "si no se llevan bien, que se lleven". | Especial Eurocopa
La respuesta del técnico en la radio catalana 'Ona FM' ha sorprendido por cuanto nada se sabía en los últimos meses de posibles roces entre ambos jugadores. Sin embargo, sus palabras dejan entrever que todavía quedan heridas abiertas. La lista es larga.
Todo comenzó en 2010 cuando Ramos se encaró con un periodista de TV3 por hacer una pregunta en catalán al propio Piqué. Lo que parecía una broma del andaluz se tornó en un reproche serio que dejó sin palabras a Piqué. Desde entonces, todo comenzó a ir a peor.
De la patada a Messi a los españolitos
Los dos protagonizaron buena parte de los mayores piques que tuvieron blancos y blaugranas a propósito del 'maratón de Clásicos' que enfrentó en cuatro ocasiones a Real Madrid y Barça en apenas un mes.
El inicio debemos situarlo en el 5-0, cuando Ramos fue expulsado tras una dura patada a Messi. Piqué se lo recriminó y el de Camas acabó encarándose con él y con Puyol, al que dio una bofetada. Tras el duelo, Piqué protagonizó la famosa foto de la 'manita' que tan poco gustó entre sus compañeros madridistas.
Meses después, le siguió otro episodio polémcio cuando el diario Marca filtró las mofas que Piqué profirió a Ramos en el vestuario del Santiago Bernabéu al dejar sentenciada la Liga. "Os hemos ganado la Liga, españolitos", habría comentado el central, frase que nunca nadie desmintió, ni en el vestuario culé, ni en el merengue.
Tres días después, la final de la Copa del Rey hizo que todas estas tensiones 'explotaran' en forma de patadas y acusaciones cruzadas que siguieron durante la Champions, un par de días después, y en verano con la disputa de la Supercopa.
Fue entonces cuando Casillas cogió la palabra y calmó, junto con Xavi, las aguas de 'La Roja'. Meses más tarde, en el primer Clásico post-paz, Ramos protagonizó una de las imágenes del partido al ser uno de los primeros en ir a felicitar a Piqué y el resto de barcelonistas por el triunfo (1-3) en el Bernabéu.
Aquello pareció ser el fin de esta historia de desencuentros que, sin embargo, parece no estar concluida. Asunto que podría tener consecuencias sobre el terreno de juego. Piqué y Ramos son, a priori, la pareja de centrales titulares de España en la Eurocopa.