"Merece la pena tratar de hacer un trabajo bien y si no sale, tienes al menos la tranquilidad de haberlo intentado" afirma Enrique Navarro de Polisac, una empresa familiar formada hace 40 años y que logró recuperarse del incendio sufrido hace 17 años gracias a la ilusión de crear.
Aunque la crisis les obligó sin embargo a trabajar más para no destruir que para crear, han sabido mantenerse en movimiento para buscar otros mercados, clientes y sectores porque "esto no sólo depende de ti".
"Anímicamente fue muy duro decirle 'No hay trabajo para ti' a trabajadores que en muchos casos son amigos pero afortunadamente después hemos vuelto a encontrar trabajo para volver a cogerles a ellos y otros tantos más. Somos una empresa pequeña y humilde donde trabajamos duramente mucha gente y si tienes el apoyo de los trabajadores para salir adelante, tienes una parte muy importante ganada", concluye Enrique.
