
Galicia, situada al noroeste de la península ibérica, está compuesta por las provincias de La Coruña, Pontevedra, Orense y Lugo. De esta comunidad también forman parte las exóticas islas Cíes y Ons. Sus paisajes son parte imprescindible de la comunidad norteña. Combina perfectamente las playas paradisíacas con los agrestes acantilados, el contraste entre el relieve costero y el relieve del interior.
Los pueblos marineros conceden un ambiente especial constituyendo parte de una ruta imprescindible para los viajeros, como recomienda Guía Repsol. El tramo del Camino de Santiago que atraviesa Galicia es una buena excusa para descubrir estos lugares.
La variedad de actividades que ofrece la comunidad es bastante amplia. El particular paisaje permite múltiples rutas por la naturaleza, la singularidad de sus pueblos bien merece una visita guiada, y la gastronomía, caracterizada por la variedad y la calidad de los alimentos, ofrece una alternativa turística.
Una ciudad que no debe faltar en una visita a la comunidad gallega es Santiago de Compostela. Hospitalaria por historia y por carácter, abierta al mundo, pero fiel a sus tradiciones, acoge tanto a peregrinos como a estudiantes. Santiago es la gran capital cultural y gastronómica de Galicia. Cada verano la ciudad se convierte en un destino de turismo gastronómico de primer orden para toda Europa. Descubre los deliciosos platos que se esconde en sus calles.
La inmensa extensión de costa de toda la región, en proporción con la superficie interior, hace que las Rías Baixas sean protagonistas de este enclave. Villagarcía de Arosa es el portal de entrada a la ría que lleva su nombre. En esta ruta se combinan a la perfección las playas desiertas con la vida de la mar, la buena mesa y su famoso vino Albariño, así como los pazos y el característico paisaje de hórreos que miran al mar. Un lugar para disfrutar con toda la familia, permite tener una gran despensa marinera en todas las ciudades y concellos gallegos.
Las Rías Baixas siempre han tenido algo de misterioso. Es como si el clima brumoso y húmedo que las caracteriza no fuera más que un engaño para esconder sus secretos. La Quinta de San Amaro, en Meaño, es uno de esos secretos, un espléndido hotel digno de figurar en todas las guías. El mejor sitio para alojarse en el viaje.
Por otro lado, si te gustan las alturas, visita el Mirador del Duque. El río Sil es fuente de vida y riqueza en la zona de Galicia conocida como Ribeira Sacra. Es un territorio rico en monasterios, viñedos y miradores donde se puede contemplar el curso del río. El Sil discurre amparado por montañas que parecen abrirle paso con ánimo de volver a cerrarse detrás de él. Un mirador para disfrutar de la naturaleza.
Por último, para descansar, relájate con el río Miño de fondo. A orillas del río Miño, la Villa Termal Laias está concebida para que el cuerpo se recupere de los excesos, del cansancio y de las prisas.