Increíble pero cierto. Aparte de las filtraciones publicadas en varios medios de comunicación sobre las conclusiones del informe preliminar de la tragedia de Barajas, ya circula por Internet -y de forma íntegra- el borrador de dicho informe para cualquier usuario que se precie y a falta de tres días para que el juez reciba el documento definitivo.
El informe preliminar de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), A-32/2008 , que investiga el accidente del 20 de agosto en Madrid-Barajas podría cerrarse entre el sábado y el próximo lunes, según confirmaron fuentes oficiales, para posteriormente enviarlo al juez. Sin embargo, el borrador, que está siendo analizado por las diferentes partes presentes en la Comisión -Spanair, Boeing, MacDonell Douglas, la empresa fabricante del motor, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA)- ya está colgado en Internet.
La página latinoamericana elviernes.es ha publicado el borrador íntegro. Así, antes incluso de que el propio juez consulte el informe preliminar definitivo, cualquier usuario podrá acceder a las primeras conclusiones de uno de los peores accidentes de aviación sufridos en España, que se saldó con la vida de 154 personas.
Filtración a cambio de dinero
La filtración del borrador podía haberse producido a cambio de una contraprestación económica, según fuentes cercanas a la Comisión. Los propios pilotos dudan que haya un trasfondo político en la filtración, ya que, aunque se ha producido una guerra mediática entre gobierno y oposición por esta causa, la divulgación del documento no favorece especialmente a nadie.
El Colegio de Pilotos ha manifestado su indignación -secundada por dos comandantes que han abandonado en protesta dicha Comisión- por estos hechos, que constituyen a su juicio una utilización torticera de los protocolos de grabación de conversaciones y datos de vuelo que se efectúa con el objetivo de incrementar la seguridad aérea.
Control de los vuelos
Un portavoz de los pilotos ha explicado a EcoDiario.es que estas prácticas han sido consentidas por los profesionales de la aviación con la condición tácita de que dicho material sea utilizado para desentrañar las causas de los accidentes con el fin de evitar que se repitan en el futuro y contribuir así a la seguridad aérea, pero en modo alguno pueden ser utilizadas para intentar criminalizar a los pilotos que los han padecido.
El control exhaustivo de los vuelos mediante grabaciones de voz y el almacenamiento continuo de los diferentes parámetros de la aeronave durante sus desplazamientos podría verse comprometido si se prodigaran estas actuaciones. En otras actividades -el portavoz del Colegio ha citado por ejemplo la cirugía clínica a cargo de médicos especialistas- igualmente delicadas, los profesionales no aceptarían ser vigilados tan estrechamente si cuanto quedara registrado pudiera ser utilizado contra ellos en procesos penales, por ejemplo. Así las cosas, es probable que las asociaciones de pilotos exijan mayores garantías en el futuro sobre el destino del contenido de las 'cajas negras' y el alcance de su utilización como pruebas de cargo frente a la Justicia penal o civil.
Descripción cabal del accidente
Dicho esto, la totalidad de los pilotos consultados reconoce privadamente que el citado borrador describe cabalmente el accidente. Los pilotos del avión siniestrado se hallaban en tierra en 'modo vuelo', y a ello se debió el recalentamiento de un indicador de temperatura que registró el sobrecalentamiento de un mecanismo que debía haber protegido a los motores de la temperatura excesiva en el aire. La comprobación que no realizó el copiloto y que hubiera alertado a la tripulación de la irregularidad era muy simple: hubiera bastado con que adelantaran las palanca de gases como si fueran a despegar para observar que no funcionaban los avisos de que la configuración no era la correcta.
De confirmarse la versión de los hechos que recoge el borrador, la compañía Spanair habría contraído una responsabilidad objetiva al no recoger en sus manuales la recomendación del fabricante de revisar el sistema antes de cada despegue, introducida después de un accidente similar en los ochenta. Otras compañías, como Iberia, sí tienen dicha recomendación incluida en sus manuales de vuelo.