
La falta de apoyos claros a un Gobierno de Pedro Sánchez puede abocar al país a la convocatoria de unas elecciones anticipadas en el plazo máximo de un año y medio. Es el temor que cunde entre los expertos de cabecera consultados por elEconomista, ante la situación de debilidad a la que se enfrentaría un ejecutivo socialista. Debilidad para afrontar, desde la aprobación de los Presupuestos del año que viene a la hoja de ruta en la relación con la Generalitat de Cataluña, entre otros.
El profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) Miguel Ángel Bernal considera que esa falta de respaldos impedirá en la práctica a Sánchez hacer política con todas las letras. La que nos espera sería, así, "una legislatura muy corta que debería servir, al menos, para pasar el actual bache y para que los partidos tradicionales se aclaren de una vez por todas".
En opinión de Almudena Semur, coordinadora del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), los mercados ya están descontando la posibilidad de que tengamos un Gobierno en minoría e, incluso, que vayamos a una nueva convocatoria electoral.
Una gran coalición
Precisamente, para calmar a los mercados y, sobre todo, para no suscitar más recelos en Bruselas, el profesor emérito de la Universidad de Colonia, Juergen B. Donges, entiende que "lo ideal sería un pacto de amplia mayoría parlamentaria, que acogiese a los tres grandes partidos constitucionalistas". Es decir, apuesta claramente por la vía que defienden tanto el presidente en funciones, Mariano Rajoy, como el líder de C?s, Albert Rivera: un acuerdo a tres bandas entre Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos. Esto, en su opinión, brindaría a los inversores españoles y extranjeros un mensaje de continuidad reformista y modernizadora dentro de un marco de estabilidad política que permitiría, finalmente, al Ejecutivo agotar los cuatro años de legislatura.
En relación al tema de las cuentas públicas, desde XTB recuerdan que los presupuestos de 2016 ya están aprobados y esto, según su analista Joaquín Robles, impedirá al nuevo Gobierno adoptar decisiones drásticas que puedan cambiar el devenir del país.
Un rompecabezas complejo
Desde que, a principios de semana, el Rey Felipe VI encargó a Sánchez la formación del próximo Gobierno, se ha puesto más de evidencia, si cabe, la complejidad que implica para cualquiera de los dos partidos más votados lograr una asociación viable que garantice la gobernabilidad del país.
El PSOE buscaba, en un primer momento, acoger a Ciudadanos y a Podemos bajo el paraguas de una gran coalición de cambio. Sin embargo, esa posibilidad ha quedado prácticamente descartada, toda vez que tanto Albert Rivera como Pablo Iglesias se niegan en rotundo a formar parte de un proyecto en común.
Los socialistas tampoco formarán Gobierno con el PP, que ha quedado relegado, al menos hasta la fecha, a ser el convidado de piedra en todo este proceso.