España

Más presión para Sánchez: exministros de PSOE y PP piden un Gobierno "con dos o más partidos constitucionalistas"

Pedro Sánchez y Mariano Rajoy. Imagen: EFE.

Exministros pertenecientes al PSOE, PP y UCD han emitido este martes un comunicado en el que reclaman la conformación de un "Gobierno de amplio respaldo", formado por "dos o más partidos constitucionalistas" que desarrolle un "programa concreto y firmado, al menos, para media legislatura" entre cuyas medidas incluya la reforma de la Constitución en un plazo de dos años. La anomalía de no pactar con la derecha.

Así lo ha manifestado en un comunicado la Fundación 'España constitucional', creada en el año 2014 para defender la Constitución de 1978 y a la que pertenecen exministros como José Bono, Eduardo Zaplana, Marcelino Oreja, Ángel Acebes, Elena Salgado, Rodolfo Martín Villa o Carlos Solchaga, entre otros. Hoy mismo, el expresidente Felipe González ha dicho que prefiere un gobierno de PP y Ciudadanos con la abstención del PSOE.

La Fundación expresa su preocupación por la situación creada tras las elecciones catalanas y generales, que han abierto una "etapa inédita" desde 1978, y también por el desafío soberanista en Cataluña y el planteamiento de llegar a la independencia en 18 meses.

"Se hace necesario un Gobierno de amplio respaldo con un programa pactado, por encima de ambiciones personales, que garantice la unidad de España, la igualdad de los españoles, la estabilidad política, el progreso económico, el desarrollo social y la regeneración democrática que demanda la sociedad española, todo ello en el marco de la Constitución y de la UE", explican los exministros.

En su opinión, se trata de un "proyecto complejo", pero "en modo alguno imposible", ya que consideran que "la política supone elegir entre opciones o prioridades". Por ello, ante la situación creada tras las elecciones generales del 20 de diciembre, afirman que "cabe una gran coalición, de dos o más partidos constitucionalistas, con un programa concreto y firmado el menos para media legislatura".

Constitución frente a los independentistas

En dicho tiempo, los exministros apremian a ese Gobierno formado por varios partidos constitucionalistas a poner en marcha las políticas que lleven a "consolidar la salida de la crisis", enviando un mensaje de "estabilidad, confianza y corresponsabilidad europea".

Otro de los objetivos del Gobierno sería "enviar una señal inequívoca a los independentistas de que su aventura fracasará y se hará imposible, sin descartar medida alguna constitucional", y al mismo tiempo "aprobar un nuevo sistema de financiación autonómica" y "abordar por consenso la reforma de la Constitución".

Dicha reforma debería incluir, para la Fundación España Constitucional, la sucesión a la Corona y el Título VIII, el que hace referencia a la organización territorial del Estado. Para ello proponen la creación de una comisión de reforma que culmine su labor antes de los 24 meses.

"Nuestra convicción es que la Constitución del 78 debe ser mantenida en su concepción y valores esenciales, lo que no es obstáculo para promover su reforma actualizando la norma, en especial incorporando derechos sociales, disposiciones de la UE y un sistema estable de competencias que consolide la estructura territorial del Estado", afirman los exministros en su comunicado.

González, Zapatero y Rubalcaba, también

Precisamente, se fragua un consenso de exdirigentes socialistas para reconducir el posicionamiento de la formación de cara a futuros pactos, para lo que se prevé que intensifiquen sus declaraciones públicas contrarias a la alianza que ofreció Pablo Iglesias. En esta línea de presión pública se encontrarían Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Las mismas fuentes insisten en el descontento en las filas socialistas con las decisiones de Sánchez, quien, tras diversas idas y venidas, vendió factible un acuerdo con Podemos y formaciones independentistas que lleva implícitas sobradas dosis de laxitud con las aspiraciones soberanistas del reciente Gobierno catalán.

Así, la maquinaria socialista se está movilizando para contener y embridar las decisiones de un atribulado Sánchez que se juega los pactos al todo o nada, tras el peor resultado electoral desde la Transición. Suficiente razón, ante el temor de reeditar una deriva similar a la del PASOK griego en caso de repetición de elecciones, para que la vieja guardia aglutine esfuerzos para consensuar una estrategia al margen de los intereses particulares de Sánchez.

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