España

Preocupación entre las compañías, aunque valoran la ruptura del monopolio PP-PSOE

Pablo Iglesias, líder del partido político Podemos. Foto: EFE/Archivo

El mutismo empresarial se rompe para ensalzar el efecto positivo de la entrada de nuevos actores.

Cautela y desconfianza. Así se podría resumir el sentimiento de los empresarios y compañías españolas ante las últimas encuestas de intención de voto, que colocan a Podemos como tercera fuerza política del país, a poco más de un punto del PSOE y tan sólo a cinco del PP. El tejido empresarial español teme por la desconfianza de inversores y organismos internacionales. Sin embargo, las compañías comprenden el hartazgo de la sociedad, que ha visto cómo a los recortes y medidas de austeridad se sumaba una corrupción in crescendo entre la clase política. Y valoran las ventajas de la aparición de un actor político que acabe con el bipartidismo entre el PP y el PSOE.

Mutismo y comprensión

En el contexto del XVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, los empresarios allí congregados, pese a manifestar su apoyo al partido en el Gobierno -con ciertas reservas que se concretan en críticas a algunas reformas y en la corrupción- se mostraban reacios a dar su opinión sobre Podemos. El mutismo era la tónica. Pero algunos dirigentes de compañías explicaban sotto voce que el bipartidismo y el goteo de escándalos de fraude a la sociedad han creado el caldo de cultivo perfecto para el ascenso del partido de Pablo Iglesias.

Un empresario del sector sanitario indicó para elEconomista que la formación de Pablo Iglesias "existe porque tenía que existir" y que el hartazgo de la sociedad es comprensible. Una forma de explicar que Podemos capitaliza el descontento de la sociedad y el desapego creciente a las instituciones en las que hemos depositado nuestra confianza.

Otro empresario destacó durante los recesos de la convención, que reunió a más de 500 compañías, que Podemos ha logrado algo que hace tiempo nos parecería imposible. Se refería a la ruptura de la dicotomía PP-PSOE, al fin del monopolio del bipartidismo y, en este sentido, varios de los congregados en conversaciones en algunos corrillos manifestaban que veían como positivo la entrada de nuevos actores que convulsionen la arena política, estancada en la rutina del y tú más.

El atractivo del programa electoral de Podemos también explica parte de su éxito. Así lo daba a entender el economista José Carlos Díez durante una de las conferencias, cuando indicó que en medio de esta crisis algunos ofrecen una renta para todos, y la gente está dispuesta a votarles. "Es lógico", dijo, "yo también lo haría".

Altavoz de la frustración

Desde el sector televisivo creen que a pesar de la ideología de Podemos, que califican de "extrema izquierda", a sus simpatizantes se suman ahora ciudadanos de otras sensibilidades "movidos por sentimientos de frustración e indignación, y también por un cierto deseo de venganza hacia una clase política que, pese a haber convertido España en el país de Europa que mejor está paliando la crisis, ha mostrado sus carencias y sus debilidades en el campo de la conducta moral y la honestidad".

No obstante, desde las cadenas de televisión destacan la utilidad de una oposición crítica y dura, "que haga de centinela del sistema actual". Pero alertan de los riesgos: "Un cambio fuerte de las reglas democráticas, económicas y sociales pondría en riesgo todo el trabajo que ha hecho España en los últimos 20 años, gracias al cual España se ha situado en el grupo de los países más importantes y económicamente fuertes de Europa".

Los inversores internacionales llevan meses fijando su mirada en el sector inmobiliario español. Sin embargo, la incertidumbre política que se respira en el país empieza a preocuparles. Así lo explicó Concha Osácar, socia fundadora de Azora. Aseguró durante unas jornadas de la Asociación de Consultoras Inmobiliarias que " la emergencia de nuevos partidos políticos, así como los nacionalismos, preocupa a los fondos extranjeros" que quieren invertir en España. En la misma línea se expresó Andrés Rubio, socio y primer ejecutivo de Apollo. "Además de los factores macroeconómicos, los inversores nos hacen muchas preguntas políticas. Les inquieta que se vayan a revertir algunos de los cambios estructurales que se han aprobado en los últimos años", explicó.

El futuro presidente de la Cámara de Comercio de España y presidente de Freixenet indicaba el jueves que no comparte el ideario de Podemos y que al país no le conviene. Algo coherente con informes recientes, como el de Barclays, donde se sitúa al órdago soberanista y a la nueva formación capitaneada por Pablo Iglesias como los mayores factores de inestabilidad en medio de la incipiente recuperación española.

También Coface, evaluadora de riesgo-país, detecta los riesgos de un eventual Gobierno de Podemos, y lo equipara con el ascenso de fuerzas extremistas de distintos signos en Europa, aunque entiende que la corrupción ha alimentado el sentimiento antisistema.

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