La lluvia y 130.000 kilos de tomates han compartido este miércoles protagonismo en la primera 'Tomatina' de pago que se ha celebrado en la localidad valenciana de Buñol, abarrotada por la presencia de 20.000 participantes, que han comenzado a lanzarse la 'munición' roja con un adelanto sobre la hora prevista dado que el primer camión, por la reducción del aforo, ha tardado 10 minutos en llegar al punto de arranque de la fiesta en lugar de los habituales 40.
De esta forma, la 'batalla' donde el tomate es el 'rey', como expresa el cartel de la fiesta,se ha adelantado a la primera carcasa, disparada a las 10.45 horas, y se ha prolongado hasta las 11.48 horas, cuando el segundo disparo ha puesto fin a los lanzamientos. "Mucho tomate y ningún problema en las entradas", ha resumido el concejal de la Tomatina, Rafael Pérez, la celebración de la fiesta, que ha calificado de "perfecta".
De hecho, únicamente dos personas han precisado asistencia y en ambos casos por causas leves. Una de ellas, un chico de nacionalidad española atendido en el Centro de Salud de Buñol tras recibir un tomate en el ojo y otra en el Hospital de Manises, al que ha acudido una joven australiana con contusiones tras sufrir la caída encima de otro participante, según han apuntado fuentes de este departamento de salud.
Desde 1945
El edil de la Tomatina se ha mostrado satisfecho por cómo ha transcurrido la jornada, la ausencia de incidentes y ha asegurado que, ante los buenos resultados, el próximo año se mantendrá el pago para participar en una 'guerra' donde el tomate es el 'Rey', que comenzó en el año 1945 de manera un tanto casual, y que está declarada como Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Durante la más de una hora en que se prolonga el lanzamiento, los participantes se han entregado a la batalla, muchos ataviados con disfraces alusivos al tomate, gorros de vikingo, trajes con corbata, pelucas de colores y elementos de protección como gafas para evitar que el líquido de las verduras se introduzca en los ojos.
Participantes de más de 60 nacionalidades se han dado cita en esta fiesta, con su pulsera para acceder el recinto, principalmente australianos, japoneses, británicos, estadounidenses, indios y canadienses.