España

El Dalai Lama quiere reanudar el diálogo con China

China afirmó este viernes que controlaba el Tíbet y las regiones vecinas a las que se propagaron los sangrientos disturbios registrados hace una semana en Lhasa, lo cual hace temer que se produzcan detenciones masivas, según organizaciones de derechos humanos y protibetanas.

Este viernes los medios de comunicación extranjeros tenían prohibido acceder a estas zonas y los chinos insistían en sus informaciones en un presunto restablecimiento de la normalidad en Lhasa, la capital tibetana. Ilustraban sus afirmaciones con fotografías de estudiantes sonrientes.

La página 'web' Chinatibet.news.com publicaba en portada un artículo del Diario de Tíbet, el oficial del Partido Comunista regional, con un título elocuente: "En el cielo del Tíbet lucirá siempre el sol".

Los principales portales de internet chinos han publicado las fotografías de los 19 manifestantes más buscados por la policía tras las protestas de Lhasa y una reseña policial con un número de teléfono para que el lector pueda comunicar los posibles indicios.

Según la versión oficial de los hechos, los disturbios causaron 13 muertos, todos ellos "personas inocentes".

Los tibetanos en el exilio hablan, por el contrario, de 100 muertos, e incluso de cientos de víctimas en el Tíbet y otras regiones a las que se extendieron las manifestaciones contra la autoridad china.

Según la agencia China Nueva, un total de 170 personas estuvieron presas hasta el miércoles por la noche. Los grupos protibetanos en el extranjero dan cuenta de más de mil detenidos.

"Nos preocupa que las personas detenidas sean maltratadas. Hay muchas pruebas de tortura y malos tratos en las prisiones chinas", declaró Nicholas Bequelin, de Human Rights Watch en Hong Kong.

El jueves, por primera vez desde el estallido de la crisis tibetana, las autoridades chinas reconocieron haber disparado "en legítima defensa" para reprimir los disturbios y haber herido a cuatro personas el domingo en una zona de la provincia de Sichuán (suroeste de China) habitada mayoritariamente por tibetanos.

Diversos grupos de militantes protibetanos aseguraron que las fuerzas de seguridad mataron a ocho personas en las manifestaciones celebradas en este distrito de Ngawa. Acompañan sus acusaciones con fotografías de cadáveres con heridas que a primera vista parecen causadas por impactos de bala. AFP no ha podido verificar la autenticidad de estas imágenes.

En los últimos días, varios testigos dijeron presenciar la llegada de refuerzos militares a las zonas afectadas por los disturbios.

Este viernes, en una región tibetana del Yunán (suroeste), donde por ahora no se han registrado manifestaciones, la policía patrullaba sus calles y aldeas. Las autoridades, por su parte, han recomendado a sus habitantes que eviten organizar congregaciones, según un testigo.

Al mismo tiempo, miles de exiliados tibetanos recibieron a Nancy Pelosi, la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes estadounidense, en la localidad india de Dharamsala.

La responsable pidió una investigación internacional sobre los disturbios en Tíbet aunque precisó que no desea un boicot de los Juegos Olímpicos de Pekín del próximo agosto.

"Llamamos a la comunidad internacional a organizar una investigación externa e independiente sobre las acusaciones del Gobierno chino según las cuales su santidad (el Dalai Lama) fue el instigador de la violencia en Tíbet", dijo.

Dalai Lama, líder espiritual de los budistas tibetanos que vive exiliado en esta ciudad del norte de India desde 1959, ha sido acusado por las autoridades de Pekín de estar detrás de los disturbios registrados en Tíbet en los últimos días.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky