El catedrático de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, cree que la intervención del BCE en los mercados de deuda puede ser una opción para ganar tiempo e impedir que Estados solventes pero faltos de liquidez, como España e Italia, se conviertan en países insolventes. Por eso, que el BCE compre deuda de los países con problemas de financiación no debe sustituir a los planes de austeridad emprendidos.
Sala i Martín habla en su blog sobre la función de los bancos centrales. El Catedrático comenta que "los bancos centrales fueron diseñados a finales del siglo XIX y principios del XX como los primeros gran bazookas financieros". Con este término, el economista subraya que los recursos de un banco central para dotar de liquidez al sistema son casi ilimitados.
Tras la explicación, Sala i Martín pasa a analizar la decisión tomada por el BCE (compra de deuda soberana). Cree que "la idea es simple: España e Italia son países solventes (es decir, si los tipos de interés son razonables, podrían hacer frente a sus deudas con recaudaciones futuras) pero no tienen liquidez para afrontar sus pagos a corto plazo". Por eso, indica, el BCE tiene que intervenir para diluir los pánicos causados por la crisis griega y los rumores sobre ruptura del euro.
Se pregunta si la intervención del BCE es buena o mala para el conjunto de la Eurozona. La intervención del BCE provocará una caída de los tipos de interés que paga España por colocar su deuda, se eliminará el exceso de riesgo causado por los especuladores. Pero gracias al incremento de estos tipos "España abandonó su locura expansiva y locura del despilfarro que llevaron a los déficits de 2010 y 2011".
Concluye que el anuncio de compra de deuda soberana por parte del BCE "es buena y le va a permitir a España e Italia ganar tiempo para que las reformas surtan efecto. La intervención del BCE no es un sustituto para la austeridad fiscal".
Para el catedrático, debemos seguir siendo cautelosos: "la intervención del BCE va a hacer que las primas de riesgo bajen", pero para que la economía se recupere debe empezar a fluir el crédito, algo que todavía no va a ocurrir. Por eso, Sala i Martín señala que "el anuncio del BCE no garantiza el crecimiento. Es un gran bazooka. Pero sólo un gran bazooka".