El Catedrático en Economía de la Universidad de Columbia ha hecho un repaso de los problemas que tiene y ha tenido Cataluña en los últimos años y que ahora impiden a esta comunidad financiarse en los mercados y verse obligada a pedir un rescate de 5.023 millones al Estado español.
Sala i Martín ha señalado, en un artículo escrito en La Vanguardia, que todos los problemas de Cataluña comenzaron a gestarse con el comienzo de la burbuja inmobiliaria en 1997. Pero, sobre todo, durante los años 2003-2008 (gobiernos de Pascual Maragall y primeros años de Montilla) en los que el 'Govern' incrementó sus gastos. "Eso fue un grave error, porque el Govern tenía que haber visto que su recaudación dependía de una burbuja que tarde o temprano tenía que explotar".
Afirma que la Generalitat, en lugar de ahorrar durante esos años para cuando llegaran las vacas flacas, gasto los ingresos extra de la construcción : "la Generalitat los dilapidó e, incluso, aumentó su deuda casi en un 50%". Sala i Martín recuerda la construcción de aeropuertos e infraestructuras absurdas para argumentar el crecimiento del gasto público en Cataluña durante esos años.
Para el Catedrático, "todo este vergonzoso despilfarro siguió hasta que explotó la burbuja y llegó la recesión". Esto era en la segunda mitad de 2008, la recaudación fiscal cayó y la deuda pública se duplicó hasta alcanzar los 34.229 millones de euros. Ahora, con Artur Mas la deuda ha seguido subiendo hasta los 42.000 millones , el 21% del PIB catalán.
La culpa española del mal catalán
Pero Sala i Martín también cree que una parte importante de culpa la tiene el Estado español. Porque si Cataluña fuera un Estado independiente sería considerado un país sano. Pero pertenecer a España tiene varios inconvenientes:
-"El Gobierno central ha mantenido una incomprensible deslealtad institucional, acusando a las autonomías de causar casi exclusivamente el déficit del Estado".
-"Es el Gobierno central quien decide cuánto dinero regresa a Cataluña. Se estima que solo lo hace el 60%".
-"En estos momentos, la marca España es una lacra. Eso lo notan todas las empresas grandes". Sala i Martín recurre a los escándalos de la Corona, del expresidente de la CEOE -Díaz Ferrán- y al fraude de Emilio Botín, para mostrar el descrédito de España a día de hoy.
Concluye afirmando que "en esta España de hoy, Cataluña es inviable".
Sentimiento soberanista