
Diego Valderas defiende que su propuesta para que la Junta de Andalucía no aplique la reforma laboral a su personal en caso de despido constituye un "acto de coherencia" con las posiciones "contrarias" a esta medida "que estamos planteando en la calle". Aunque reconoce "necesario" una buena relación con el Gobierno central.
Valderas se ha pronunciado de este modo durante una entrevista en la cadena Ser apenas tres horas antes de la reunión que mantendrá este viernes con el recién investido presidente de la Junta, el socialista José Antonio Griñán, para cerrar la configuración del nuevo Gobierno andaluz de coalición entre PSOE-A e IULV-CA, en el que previsiblemente será vicepresidente.
Según el líder andaluz de IU, la reforma laboral, "que no sólo se está demostrando injusta, sino también ineficaz con un crecimiento de más 4.000 parados al día de acuerdo con la última Encuesta de Población Activa (EPA), marca pautas a los sectores empresariales y públicos que no tienen por qué ser de obligado cumplimiento".
"Un choque de trenes"
Preguntado por si la relación entre la Junta y el Gobierno central en la nueva legislatura será un "choque de trenes", Valderas ha apuntado que "en Andalucía se pone en marcha un modelo político como consecuencia de un acuerdo potente de PSOE e IU que se contrapone al modelo de PP y Rajoy".
Contra los recortes
No obstante, Valderas no ha ocultado que "el margen de maniobra que tienen las comunidades autónomas cada vez se va reduciendo más por la vorágine salvaje de recortes del Gobierno que impone determinados recortes sí o sí".
En su opinión, esta comunidad se encuentra en una "situación de emergencia" que debería llevar a replantear el papel del Banco Central Europeo (BCE) "a la hora de buscar financiación para estados y regiones a tipos de interés racionales para que los mercados no presionen más a los territorios y a los pueblos".