El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, ha defendido su labor al frente de uno de los dos sindicatos mayoritarios, en un momento delicado para el trabajador ante la reforma laboral del Gobierno popular.
En palabras concedidas al diario El Mundo, Toxo asegura que la última huelga general "fue masiva y no tuvo incidentes". "Pero me preocupan más los resultados de la huelga que los de la participación", puntualiza.
"Antes de la huelga de septiembre de 2010 hubo manifestaciones que los grandes medios trataron de minimizar, como ahora", prosigue Toxo, cuando defiende su actuación, tanto con el Gobierno anterior como con el actual.
"Vivimos una situación muy jodida. Está en riesgo lo que fuimos. Estamos en una dinámica suicida, clamando en el desierto. No descargo huelgas, pero no pienso en la próxima. Las huelgas son traumas, rupturas, pero también liberaciones. Debemos dialogar, pero la página de la reforma laboral yo no la voy a pasar. Y no será sin pelea. Yo mañana daré un grito de autodefensa, y la sociedad debe defenderse", añade en relación a la situación laboral por la que atraviesa España.
Además, Toxo defiende a los liberados sindeicales, aunque afirma que "no me gusta esa forma de denominarlos", porque "dedican su actividad más allá de lo exigible a defender a la gente que les rodea" y "sin ellos, las relaciones de trabajo serían más injustas".
Por último, y a modo de anécdota, Toxo asegura que "si Dios existe, debería ser de CCOO", y se defiende de las acusaciones de poseer un ático e irse de crucero a pesar de su rol de sindicalista asegurando ser "una persona que tras una vida trabajando tiene un piso para vivir y unos días de vacaciones, cuando los cruceros están al alcance de las clases medias".
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