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Fidel Castro, fuera de la presidencia, conserva influencias en poder de Cuba

Fidel Castro será sustituido el domingo en la presidencia de Cuba, pero en su estratégico puesto de secretario del gobernante Partido Comunista y desde su liderazgo mantendrá su enorme influencia en las decisiones de gobierno.

En un ya histórico mensaje, el líder cubano dijo el martes: "No aspiraré ni aceptaré el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe". El cargo requiere "movilidad y entrega total", afirmó, las cuales dijo no estar "en condiciones físicas de ofrecer".

Este "fin de una etapa", como lo llama Castro, abre una nueva era con su ausencia en el gobierno y la Comandancia en Jefe de las Fuerzas Armadas, donde permaneció como Primer Ministro (1959-1975) o Presidente del Consejo de Estado (1976-2008).

Fidel había delegado hace 19 meses sus responsabilidades oficiales en su hermano Raúl, primer vicepresidente, debido a la enfermedad que lo puso "entre la vida y la muerte", según sus palabras, y que lo imposibilitó a seguir en su cargo.

Pero aún sigue siendo primer secretario del Partido Comunista (PCC, único), que según la Constitución, es la "fuerza superior del Estado y la Sociedad", lo que implica una amplia cuota de poder.

Algunos señalan que habría que esperar un nuevo Congreso del PCC, cuya realización está retrasada cinco años pues debió realizarse en 2002, para determinar si Castro continúa o no en el primer puesto.

Pero según los Estatutos del Partido, "el Pleno del Comité Central determina el número de miembros del Buró Político y elige de su seno al primer y segundo secretarios y a los demás miembros de éste", por lo que no habría que esperar al VI Congreso.

Castro se reservó un puesto de "soldado de las ideas", es decir, editorialista en la prensa cubana, donde ha venido publicando unos 80 artículos en los últimos 11 meses bajo el cintillo de "Reflexiones del Comandante en Jefe", que desde el martes pasaron a ser "Reflexiones del Compañero Fidel".

Desde ese punto, para -como dijo- "abrir fuego ideológico" sobre todo contra su archienemigo, Estados Unidos, Castro espera que "tal vez" su voz se escuche y asegura que "será cuidadoso".

"Fidel está empuñando el arma adecuada en el momento y tiempo adecuados. Me contaba mi madre que Fidel siempre le gustaba el fusil más moderno y que aprendía rápido a usarlo. Él ha aprendido a usar la comunicación como el más moderno fusil", escribió Celia Hart, hija de los dirigentes históricos Armando Hart y Haydeé Santamaría, en un artículo.

A pesar de una carga de materiales de despedida y de honores a Castro en la prensa, sobre todo en la televisión, sus partidarios desestiman que "el Comandante" se haya ido.

"Esta ahí, está actuando", dijo la diputada y dirigente de la influyente Federación de Mujeres de Cuba, Yolanda Ferrer, al referirse a las "Reflexiones" de Fidel Castro.

Castro "ha coronado su victoria revolucionaria venciendo el propio mito de Fidel, o sea, siendo consciente de que lo mejor que podía hacer en este momento es propiciar una transición no traumática, suave, en contra de lo que estaban esperando todos los enemigos de Cuba", apuntó el escritor italiano Carlo Frabetti, residente en España.

Fidel Castro dijo que el Parlamento tomará el domingo una "decisión trascendente" y prometió dejar descansar la pluma "unos días", pues como dijo en su mensaje de dimisión: "No me despido de ustedes".

cb/mis/pz

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