
El escritor critica a una periodista de la radio que afirmó que a los niños no hay que darles juguetes violentos, sino que es bueno que aprendan a entretenerse con "muñecas y cacharritos de cocina".
El creador de Alatriste utiliza su columna en el suplemento XL Semanal para contestar a esta afirmación de la periodista, de quien no revela su identidad. Reverte le contesta: "pon a un niño una pistola de plástico y una olla de Famóbil, a ver qué elige el hijoputa".
Además, el escritor también se muestra en contra de la reacción que tuvieron los tertulianos que acompañaban a la locutora, quienes se quedaron "como si estuviesen oyendo el Evangelio". Pérez-Reverte esperaba que alguno se "partiese la caja de risa".
El autor del artículo también hace una petición a sus lectores: "ahórrenme las cartas contándome que a su Manolito le encantan las muñecas de sus hermanas y juega a cocinarse unas fabadas que saben a gloria".