
Una institución que parecía consolidada en España como la Casa Real se está viendo gravemente perjudicada por los últimos episodios que salpican al yerno del Rey, Iñaki Urdangarín.
Según informa el diario Público, los expertos consideran el caso de una "tremenda gravedad", y lo ven como una "malísima noticia" para la Corona española.
"La imagen de la Casa Real se basa en el prestigio", asegura al mencionado medio Antonio Torres del Moral, catedrático de Derecho Constitucional de la UNED, y por ello el golpe es si cabe más duro.
"La imagen de un miembro de la Familia Real ante un juez puede ser demoledora", puntualiza el periodista José Apezarena (El Confidencial Digital), toda vez que considera que el caso es "una muesca más" en esta institución, "tras el '¿por qué no te callas?', las injurias de Otegi contra el Rey, las confesiones de la Reina Sofía y el divorcio de la Infanta Elena".
El desgaste de la institución, no obstante, es patente durante los últimos años. En las encuestas de valoración del CIS ha pasado de un 7,48 en el año 1995 al 4,89 del pasado mes de octubre, y todos estos escándalos no ayudan a su recuperación.
En todo caso, otros analistas intentan poner el punto positivo a este hecho. "Una cosa es la Corona, otra la familia y otra Urdangarín", asegura Teresa Freixes, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona.
"No es un tótum revolútum, aunque vox pópuli se mezcle. Este asunto no está relacionado con la función constitucional del Rey, el presupuesto de la Zarzuela o la línea sucesoria. No existe el mismo rasero para Juan Carlos y su hijo Felipe que para las Infantas", concluye, añadiendo que "la gente sabrá comprender este caso porque no compete al Rey".