Mariano Rajoy se apartó ayer por primera vez del guión habitual del PP sobre pensiones, sanidad y educación al cuestionar la viabilidad financiera del sistema de atención a las personas dependientes. El candidato popular a la Presidencia del Gobierno reconoció que "realmente, hoy no es viable" la Ley de Dependencia y que habrá que ir haciendo "lo que se pueda", según aseguró en una entrevista en la Cadena Ser. "Podemos tener el modelo de bienestar que nos permitan nuestros ingresos, nuestros recursos y nuestra actividad económica", afirmó, no sin antes insistir que está a favor de la actual norma.
No fue suficiente la aclaración, porque el PSOE se echó en bloque a la yugular del líder popular. Desde Ferraz se denunció que "la receta de Rajoy para salir de la crisis es eliminar la dependencia, entre otros derechos, porque no ve personas, sólo números". Incluso el desaparecido presidente del Gobierno en campaña, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró que "lo último que se puede tocar" en España es la atención a las personas dependientes "que no pueden valerse por sí mismas".
Movilización ante el Congreso
Pero los datos son tozudos y reflejan la profunda crisis que atraviesa el Estado de Bienestar en España. Si el Sistema Nacional de Salud acumula ya una deuda con los proveedores sanitarios superior a los 15.000 millones de euros, las administraciones autonómicas deben 1.268 millones de euros al sector de la dependencia, cuyo coste asciende 6.301 millones de euros, según el Ministerio de Sanidad.
La Federación Empresarial de Asistencia a la Dependencia (FED) se movilizó ayer a las puertas del Congreso de los Diputados para reclamar el pago "de los servicios prestados". Según el presidente de esta patronal, José Alberto Echevarría, los impagos "ponen en peligro a más de 5.000 empresarios, 300.000 puestos de trabajo y un millón de personas en situación de dependencia que atendemos diariamente". Echevarría también sostuvo que la viabilidad de la ley "está en duda" por la elevada deuda que mantienen las autonomías con el sector socio-sanitario.
"Yo invito, tú pagas"
Y es que el llamado "cuarto pilar" del modelo social del bienestar nunca ha estado firmemente asentado. Como recordaron ayer desde Castilla y León, la Ley de Dependencia "arrancó sin la financiación suficiente y mediante la fórmula del yo invito y tu pagas", dijo el consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta. José Antonio de Santiago-Juárez reiteró que la norma ha estado "mal dotada" desde su implantación en 2007.
La coordinadora de Participación Social del PP, Ana Pastor, puso el pasado martes datos a la realidad de la dependencia en España al afirmar que el Gobierno se comprometió a financiar el 50% de la asistencia y "cuatro años después no ponen ni el 20%". Y sin dinero, el resultado es que hay una lista de espera de más de 300.000 dependientes, según la exministra de Sanidad. En la actualidad, hay 1.045.624 personas con derecho a prestación, mientras están atendidas sólo 739.949, según los datos del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia.
El Ministerio de Sanidad niega la falta de inversión estatal y en su balance de la ley señala que la Administración general del Estado aportó 2.625 millones de euros a la financiación del gasto global en dependencia, una cifra que representa el 39% del total de 6.767 millones de euros. También defiende que la ley ha creado 123.000 empleos directos durante 2009 y 2010.