El vicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia se mostró hoy convencido de que España acometerá mejor y con más rapidez que otros países europeos la reestructuración de su sistema financiero, entre otros motivos porque tiene un "excelente supervisor" que ha hecho las cosas bien.
Durante su conferencia sobre la reforma del sector financiero, pronunciada en la sede de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), aseguró que la actuación del Banco de España durante la crisis ha evitado "males mayores" y permitirá que las entidades financieras en proceso de reestructuración superen cuanto antes sus dificultades.
Debemos ser más exigentes
Almunia respaldó las mayores exigencias de capital acordadas por el Gobierno español y se mostró convencido de que será una medida exitosa, que tendrá como resultado un sistema financiero "más sólido".
De esta forma, dijo, el sistema será "capaz de digerir bien, sin necesidad de seguir tomando antiácidos" las consecuencias de una burbuja inmobiliaria que espera que no se vuelva a repetir, y de financiar el crecimiento de hogares y de empresas, "en particular de las pymes que no tienen acceso directo al mercado".
En su opinión, para España es "absolutamente necesario" disponer de un sistema que esté en condiciones de financiar la actividad económica, ya que se trata de un país "muy bancarizado y muy dependiente del crédito".
Reconoció que en toda Europa han surgido críticas respeto a la "sobrecarga reguladora o a las exigencias excesivas de capital o de liquidez", pero afirmó que son medidas imprescindibles para salir "de una vez por todas" de la crisis.
A Bruselas, con un plan de reestructuración
El objetivo final de unas reglas más estrictas, explicó, es evitar que haya que seguir inyectando "grandes cantidades de recursos de los contribuyentes a las entidades financieras de manera incondicional, y mucho menos de forma permanente, por razones de eficiencia y de equidad".
"Las únicas entidades para las que debemos mostrar comprensión y apoyo en sus planes de reestructuración son aquellas que demuestren estar dispuestas a operar en un nuevo marco regulatorio de mercado, como instituciones fuertes y fiables", añadió.
En este sentido, recordó que desde este año cualquier entidad financiera europea que reciba dinero público tiene que ir a Bruselas "con su plan de reestructuración debajo del brazo" para supervisar el uso que se da al dinero de los contribuyentes.
Para Almunia ese mayor control está justificado en las "cifras colosales" que han salido de las arcas públicas de los estados miembros para recapitalizar a sus entidades financieras, lo que en el caso de España hasta el momento ha supuesto un importe de 11.500 millones de euros.
Según dijo, en el conjunto de la UE se ha puesto a disposición del sector financiero alrededor de 2,3 billones de euros en 2008 y 2009, de los que el 20 % fueron inyección directa de capital, en tanto que el resto fueron avales y garantías sobre activos bancarios.