
Sindicatos y empresarios lo tienen claro. También en materia salarial vale más lo malo conocido que lo bueno por conocer. Y aplicando esta máxima de la sabiduría popular están decididos a mantener la previsión de inflación fijada en los Presupuestos del Estado como referencia para la subida de los sueldos.
Eso sí, como hay que cumplir con el imperativo alemán, los negociadores de CEOE y Cepyme, CCOO y UGT están buscando una fórmula que introduzca algún factor vinculante a la productividad media de la empresa o del sector. O, como explica un dirigente sindical, "de buscar un envoltorio semántico que contente a Merkel sin necesidad de cambiar el modelo".
Al mismo tiempo se procedería a flexibilizar al máximo el descuelgue de las empresas de esa referencia salarial en función de las circunstancias económicas particulares de una empresa o de un sector. La propuesta de CEOE defienda que se permita a las empresas el "descuelgue general" de todos los contenidos de los convenios colectivos y no sólo en el apartado salarial.
La legislación actualmente en vigor permite a las empresas sujetas a un convenio sectorial acogerse a la cláusula de inaplicación salarial, mediante acuerdo, cuando su situación y perspectivas económicas pudieran verse dañadas con su aplicación y que asimismo afecte al mantenimiento del empleo.
Acercamiento de posturas
Uno de los problemas que más quebraderos de cabeza está dando a los agentes sociales, especialmente a la patronal, es la determinación del concepto de productividad. Porque, como recuerdan miembros de la Junta Directiva de CEOE, "España es el país con mayor aumento de productividad de la Eurozona desde el inicio de la crisis, pero sólo por la enorme salida de trabajadores del mercado laboral". Mientras, desde uno y otro lado de la negociación se muestran relativamente optimistas respecto al cumplimiento del plazo límite, el 19 de marzo, marcado por el Gobierno para que los agentes sociales cierren el acuerdo de reforma de la negociación colectiva.
"Yo espero que tengamos un acuerdo, soy optimista", aseguraba el presidente de CEOE, JuanRosell, tras el encuentro que la patronal mantuvo el martes con el presidente de Chile, Sebastián Piñera. Optimismo que refrendaba ayer el ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel, al asegurar que sindicatos y empresarios "están a punto de sellar un acuerdo", y apostillaba que éste "apunta bien, lo que sería una buena noticia".
En la misma línea, la secretaria de Estado de Empleo,María Luz Rodríguez, afirmaba que "el Gobierno contempla en este momento una única posibilidad, y es que los agentes sociales se pongan de acuerdo", aseguró la secretaria de Estado, quien recordó que cuando se firmó el Pacto Social en el mes de febrero "ya había un acuerdo de bases" en esta materia. Más cauta fue respecto a vincular los salarios a la productividad, materia en la que se limitó a echar balones fuera indicando que "donde se tiene que decidir a qué se vinculan los salarios es en el marco de la negociación colectiva".
Y es que el tiempo corre y cuando falta poco más de una semana para que se cumpla el plazo, se ha constatado ya un evidente acercamiento de posiciones en tomas claves como el recurso al proceso de arbitraje en caso de que, transcurrido un tiempo prefijado, sindicatos y empresarios no sean capaces de llegar a un acuerdo para la renovación de los convenios. Ello permitiría acabar con la denominada ultraactividad de los convenios como plantea el bando empresarial.
Esta fórmula del arbitraje es aceptada tanto por CEOE como en el documentode las centrales, en el que se admite que ?en caso de superación del plazo máximo previsto para la negociación, se pueden establecer dos vías de solución: que la comisión paritaria del convenio superior asuma la negociación y someterlo a un proceso de arbitraje".
La modificación de los convenios durante su vigencia a través de comisiones paritarias, compuestas por la Autoridad y representantes sindicales y empresariales es otro de los puntos en que hay consenso entre las partes, que están de acuerdo, incluso, en que para ello deben respetarse "los niveles de legitimación establecidos y sin que se pueda replantear cualquier tema".