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Los vecinos pensaron en un terremoto, pero los cristales rotos decían "bomba"

Bogotá, 12 ago (EFE).- En un primer momento pensaron que fue un terremoto, pero cuando los vecinos de la Carrera Séptima con la calle 67 de Bogotá vieron reventar los cristales de sus casas se dieron cuenta de que aquel estruendo era una bomba.

A las 05:30 hora local, (10.30 GMT) un coche bomba explotaba frente al edificio de Radio Caracol, donde también se encuentra la sede de la Agencia Efe en Colombia y varias sucursales bancarias y financieras, así como el Consulado de Ecuador.

En las zonas circundantes se erigen media docena de edificios de gran altura que alcanzan incluso los treinta pisos y la gran mayoría de las cientos de ventanas de los apartamentos conservan sus cristales. Los bomberos continúan en los trabajos de desescombro y limpieza.

"Vivo al frente de Caracol, donde colocaron el carro bomba. Eran las cinco y media de la mañana, mi esposo ya estaba levantado haciendo ejercicio, yo estaba despierta cuando de pronto escuchamos aquella explosión tan miedosa que uno no se imagina qué es eso, si es un terremoto, o qué es", relató a Efe María Teresa Carvajal, vecina de uno de los inmuebles.

Poco después, su edificio fue uno de los que fueron tomados por los bomberos.

"Todos los vidrios se fueron al piso, el apartamento tiene tres ventanales grandes y se quebraron todos. El edificio, de treinta pisos, quedó totalmente afectado, todo alrededor. Son como 8 ó 10 cuadras que quedaron afectadas, pero me ha impresionado mucho la prontitud con la que llegaron los cuerpos de socorro como los Bomberos, Cruz Roja y Defensa Civil".

En el bloque de al lado varios dispositivos de la policía y los bomberos colaboran también para restablecer el orden y reducir los daños, en los balcones se ve cómo los vecinos limpian dentro de sus casas.

Ivan Abaunza trabaja en uno de los bufetes de abogados ubicados en la Avenida Séptima, esta mañana se levantó con la imagen de su lugar de trabajo completamente a la intemperie.

"Esto es una oficina de abogados, nos levantamos muy pronto para venir a la oficina y nos enteramos de la bomba. Apenas vimos las primeras imágenes en televisión que mostraban todos los vídeos rotos de la oficina y vinimos a ver lo que había pasado acá", aseguró a Efe Abaunza.

"El acceso fue muy difícil pero finalmente pudimos entrar y estamos tratando un poco de recoger y mirar qué podemos hacer con los vidrios, ponerles unos plásticos para que no entre la lluvia y también aumentar un poco la seguridad ante cualquier posible saqueo", añadió.

Enrique Posada es uno de los vecinos del bloque de apartamentos que se sitúa al norte del edificio Caracol, ya se había levantado cuando escuchó la explosión.

"Estaba en el computador cuando escuché el estruendoso ruido terrible. Al comienzo pensé que era un terremoto, pero caían vidrios y ya dije; no, esto es una bomba", explicó Posada.

Este vecino bogotano vio cómo una esquirla atravesaba el cristal de su ventana como una bala y le sobrevolaba la cabeza, porque como dijo a Efe uno de los efectivos de seguridad, "en una explosión como esta cualquier cosa se convierte en metralla".

Tras la conmoción y la buena noticia de que no se hayan registrado pérdidas humanas, los bogotanos y el resto de los colombianos sólo esperan que este atentado sea un hecho aislado y que la violencia no vuelva a las calles de la ciudad.

"Dios quiera que esto no siga sucediendo, que no nos vuelvan a desestabilizar nuestro país", deseó Carvajal.

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