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Israel comienza a expulsar a los civiles detenidos en flotilla humanitaria

Israel comenzó a expulsar este martes a los cientos de militantes pro-palestinos que mantenía detenidos tras el asalto militar a una flotilla de ayuda a Gaza que se saldó con la muerte de nueve personas y provocó numerosas reacciones de condena en todo el mundo.

Israel ya dejó partir a varias decenas de militantes sobre las 682 personas de 42 países que se encontraban a bordo de los seis barcos que querían "romper el bloqueo israelí de Gaza".

"Todos los extranjeros que estaban a bordo de la flotilla que fueron detenidos, serán expulsados en la noche del martes", había anunciado un comunicado de la oficina del Primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La mayoría de los activistas detenidos eran turcos.

Cuarenta y ocho activistas y seis soldados israelíes resultaron heridos. El teniente general Gabi Ashkenazi, jefe del Estado Mayor israelí, visitó a los militares y les dio las gracias: "les mandamos a esta misión y cumplieron extraordinariamente".

Por su parte, los organizadores de la flotilla humanitaria anunciaron que seguirán enviando barcos con ayuda para Gaza, pese a las advertencias de Israel de que impedirá a cualquier navío quebrar el bloqueo impuesto al enclave palestino desde 2007.

"No permitiremos a los barcos llegar a Gaza y abastecer lo que se ha convertido en una base terrorista que amenaza el corazón de Israel", declaró el martes el viceministro de la Defensa israelí, Matan Vilnai.

En reacción al ataque israelí, el presidente egipcio ordenó el martes reabrir el paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto para aliviar las consecuencias del bloqueo israelí.

El aislamiento diplomático de Israel seguía incrementándose el martes, ya que a las condenas del ataque se sumaron los pedidos de liberación inmediata de los detenidos y las exhortaciones a poner fin al bloqueo de Gaza.

La jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, dijo que la situación en Gaza es "inaceptable" y que ello no puede continuar por más tiempo, un día después del episodio.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró que "Israel no tenía derecho" a atacar la flota: "Por las informaciones que se tienen es que el ataque fue en aguas internacionales. Por lo tanto, Israel no tenía el derecho hacer lo que hizo".

"Si los israelíes hubieran tomado en cuenta mi llamado y el de la comunidad internacional a levantar el bloqueo de Gaza, este trágico incidente no se habría producido", declaró a la AFP en Kampala el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, tuvo que acortar una visita a Canadá para regresar a Israel, renunciando a un encuentro con el presidente estadounidense Barack Obama.

Al mismo tiempo, la policía elevó su nivel de alerta para hacer frente a eventuales "disturbios" en las ciudades árabes israelíes, tras el llamado de la mayor organización de la comunidad árabe-israelí a una jornada de huelga y manifestaciones.

El Consejo de Seguridad de la ONU pidió el martes una investigación imparcial de lo sucedido y exigió la liberación inmediata de los civiles detenidos.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que Israel debe ser "castigado" por la "masacre sangrienta" y advirtió al Estado hebreo sobre el riesgo que supone poner a prueba la paciencia de Turquía.

Obama y Erdogan hablaron este martes por teléfono, en una conversación durante la cual el presidente estadounidense "expresó sus sinceras condolencias por las vidas perdidas y los heridos resultantes de la operación militar israelí contra el barco de bandera turca con destino a Gaza", señaló la Casa Blanca en un comunicado.

Al repetir el apoyo de Estados Unidos a "una investigación digna de fe, imparcial y transparente sobre los hechos de esta tragedia", Obama insistió sobre "la importancia de encontrar mejores maneras de aportar una ayuda humanitaria a los habitantes de Gaza sin minar la seguridad de Israel".

Israel, que ya había advertido que no permitiría que se violara el bloqueo, acusó a los militantes propalestinos de haber "desencadenado la violencia", al atacar a los soldados con cuchillos y barras de hierro.

Pero los organizadores del convoy aseguraron que los comandos abrieron fuego de forma injustificada.

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