Rio de Janeiro: las lluvias matan a 180 personas y rescates prosiguen

Al menos 180 muertos, 161 víctimas no fatales y unas 200 personas sepultadas es el balance a la noche del jueves de la tragedia causada por las lluvias que se abatieron sobre el estado de Rio de Janeiro, luego de que el miércoles por la noche un derrumbe de tierra arrasara decenas de viviendas en un cerro de la vecina ciudad de Niteroi.

La Defensa Civil informó en su último balance que el municipio de Niteroi -área metropolitana unida a Rio por un extenso puente- es el más afectado pues detenta 105 del total de fallecidos. La aledaña Sao Gonçalo suma 16 y la ciudad de Rio de Janeiro 55, entre otros.

Un enorme deslave prácticamente destruyó la favela (barrio pobre) de Morro do Bumba, en la periferia de Niteroi, donde bomberos recuperaron ya 13 cuerpos, incluidos los de dos menores. Veinticinco personas heridas fueron rescatadas de entre los escombros, informaron este jueves las autoridades.

El jefe de bomberos de esa localidad, Pedro Machado, estimó que más de 200 personas habrían quedado sepultadas bajo el lodo.

"Según el testimonio de los vecinos, unas 200 personas podrían estar bajo los escombros, pero es impreciso, quizás sean más", dijo Machado a la AFP.

Sabrina Carvalho de Jesus, de 26 años, quien trabaja en un hospital, logró escapar al deslizamiento de tierra y salvar a su hijo menor, debido a que salió de su casa luego de escuchar un ruido muy fuerte que llegaba desde la cima de la colina. Pero su abuelo, su madre y su hijo de seis años se encuentran bajo los escombros.

"Sinceramente, no tengo esperanzas. Es demasiada tierra. Y doce horas bajo tierra, es demasiado" tiempo, dijo Sabrina a la AFP mientras un bombero intentaba consolarla.

La favela Morro do Bumba fue construida hace 25 años sobre un depósito de basura que se cubrió con tierra, lo que la hace particularmente vulnerable a los deslizamientos de lodo tras las lluvias, y explica las emanaciones de gases tóxicos registradas, explicó a la prensa el secretario de Servicios Públicos de Niteroi, José Mocarzel.

Este nuevo drama aumentó el trágico saldo oficial tras las lluvias torrenciales iniciadas el lunes que provocaron inundaciones y deslaves en las precarias construcciones de la zona.

Según recabó un periodista de la AFP, gran parte de una colina se derrumbó y devastó un sector de unos 700 metros de longitud, donde arrasó con todo lo que encontró a su paso: unas 50 viviendas, una guardería infantil y una pizzería.

Los bomberos estiman que existen pocas oportunidades de encontrar sobrevivientes bajo la catarata de lodo que sepultó la zona. Al final de la noche los rescatistas suspendieron tareas debido a la lluvia y otras dificultades.

Unas 60 casas están en riesgo de derrumbe de acuerdo con los responsables del operativo de rescate, el cual se espera reanudar en breve y continuará toda la noche con la ayuda de reflectores.

El alcalde de Niteroi, José Roberto Silveira, decretó el estado de calamidad pública en la ciudad.

El número de evacuados en todo el Estado de Rio de Janeiro alcanza a 14.000 personas, según datos oficiales. Solo 3.000 se encuentran en Niteroi. Las autoridades instaron a la población a que abandone las viviendas que corren peligro de derrumbe, en las laderas de los cerros.

De acuerdo a las previsiones, las lluvias continuarán toda la semana en la región, aunque con menor intensidad después del peor temporal de los últimos 44 años en el estado.

Este jueves se cumple el segundo día de luto decretado por el gobernador Sergio Cabral, quien junto al alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, hicieron un pedido de ayuda de urgencia al gobierno federal, de 208 millones de dólares para obras que permitan fijar las laderas de los cerros.

Paes indicó que, a mediano plazo, hasta 2.000 familias que viven en favelas en la ciudad de Rio podrían ser trasladadas a otras zonas, para evitar que continúen en riesgo.

Rio de Janeiro, que será sede de los Juegos Olímpicos de 2016, cuenta con unas 1.000 favelas, muchas de ellas instaladas en zonas expuestas a las inclemencias del tiempo. En esas áreas ocurrieron la mayoría de los decesos por las lluvias.