
Madrid, 1 feb (EFE).- Los embalses que abastecen a la Comunidad de Madrid han iniciado el mes de febrero a un 74,4 % de su capacidad máxima, 8,1 puntos más que la media para estas fechas durante los últimos 30 años y 23 puntos y medio más que hace un año, cuando los embalses estaban 50,9 % de su capacidad máxima, indica Canal de Isabel II en un comunicado.
Los 13 embalses que opera la empresa pública en la región madrileña para abastecer a más de 6 millones de personas acumulan hoy 702 hectómetros cúbicos (hm3) de agua, mientras que hace doce meses eran 482 hm3.
Además, 2019 ha arrancado manteniendo la línea de ahorro en el consumo de agua potable del año anterior, se destaca en la nota.
Tras un 2018 con el menor consumo de los últimos 20 años, en enero los madrileños han consumido un 0,7 % menos de agua que en el mismo mes del año pasado.
En total, desde que arrancó el año hidrológico, en octubre, el consumo ha bajado un 3,9 % respecto a los cuatro primeros meses del año hidrológico 2017-2018.
A pesar de que las precipitaciones se han aproximado a la media, con 51,4 litros por metro cuadrado recogidos, las aportaciones han sido muy inferiores a los valores medios para un mes de enero: hasta los 13 embalses que gestiona Canal han llegado casi 33 hectómetros cúbicos de agua, frente a los más de 96 que marcan la media histórica.
Con base en estos datos, los empresa pública de gestión integral el agua considera que la situación hidrológica en la Comunidad de Madrid es "buena".
Desde Canal de Isabel II se valora "muy positivamente" la reducción en el consumo, pero se insiste en la necesidad de continuar realizando un consumo de agua responsable y eficiente y advierte de que es un recurso natural escaso y se desconoce cómo será el régimen de precipitaciones de los próximos meses.
Y recuerda que pequeños gestos individuales cotidianos como ducharse en lugar de bañarse o utilizar lavadoras o lavavajillas a carga completa contribuyen a la consecución de este objetivo
Además, la empresa pública desarrolla actuaciones para preservar el agua de consumo, como son el impulso de la utilización del agua regenerada para riegos de zonas verdes públicas y usos industriales o los planes anuales de renovación de la red de tuberías y que han logrado reducir en un 70 % el volumen de pérdidas.