
Madrid, 21 mar (EFE).- En el 12,74 % de los hogares de la ciudad de Madrid existe pobreza energética pues más del 10 por ciento de la renta se dedica al pago de los suministros, mientras que el 23,48 por ciento de los hogares de la capital española sufren algún tipo de pobreza: energética, monetaria o ambas.
Así lo indica el estudio técnico sobre la pobreza energética en la ciudad de Madrid encargado por el Ayuntamiento y que toma como referencia la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística.
Viviendas envejecidas, ineficaces energéticamente, o sin calefacción son las que ocupan los hogares con pobreza tanto energética como monetaria, que están sustentados por colectivos con mayor vulnerabilidad (mujeres y personas migrantes) y en paro o con contratos precarios.
En este grupo, el 7,54 por ciento del total, hay una "elevada presencia" de menores y personas mayores y es el segundo con más hogares monoparentales. Las "ayudas a fondo perdido" son "imprescindibles" según el estudio, publicado el 9 de marzo.
También se atribuyen "condiciones de temperatura inadecuada" a los hogares donde hay pobreza monetaria pero no se dedica más de un 10 por ciento de renta a la energía, el 10,74 % del total, debido a que tienen ingresos bajos, un elevado porcentaje de viviendas sin calefacción y antiguas y a "la severidad del clima de Madrid"
Un 65 por ciento de los hogares que tienen pobreza energética y no monetaria, el 5,20 por ciento, son unipersonales, muchos de mayores de 65 años, sin ocupación laboral, con poca presencia de menores y porcentaje alto de vivienda en propiedad ya pagada, y en un parque "muy envejecido" donde se gasta "un elevado porcentaje de renta en energía".
Son hogares vulnerables a ambos tipos de pobreza el 13,22 % del total, mientras que el 49,86 % de los hogares madrileños no tienen pobreza energética ni monetaria, según este estudio.
El estudio vincula la baja eficiencia energética del parque de viviendas del municipio de Madrid con el mayor riesgo de sufrir pobreza energética, porque la antigüedad (el 77 por ciento de las viviendas tiene más de 25 años) deriva en baja eficiencia lo que se traduce en "unas demandas energéticas excesivas que en situaciones de precariedad, conducen inevitablemente a la pobreza energética".
A estas se suman viviendas sin calefacción, el mayor número de ellas situadas en el distrito Centro (56%), seguido por los distritos de Carabanchel, Puente de Vallecas, Usera, Villaverde, Vicálvaro y San Blas-Canillejas que tienen un 20% de viviendas sin calefacción, los mismos espacios en los que hay más sistemas eléctricos, que son los de mayor coste.
Centro y Tetúan son los distritos donde se concentran más hogares sustentados por una mujer (cerca del 25 %) o por personas migrantes, dos colectivos especialmente vulnerables.
Además, este estudio pide no hablar de pobreza energética sólo en invierno, porque en verano el exceso de temperaturas impide "condiciones higrotérmicas adecuadas" en las viviendas a algunos grupos de la población, que en Madrid se incrementan por el efecto isla de calor. Centro, Salamanca y Chamberí son los distritos con mayor "estrés térmico nocturno".
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