La Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) acaba de presentar el informe Estudio Macroeconómico del Impacto de las Energías Renovables en España 2013 que, por sexto año consecutivo, analiza la evolución de estas tecnologías en los últimos años y su contribución en términos económicos, sociales y medioambientales.
Las cifras hablan por sí solas. Si tomamos como referencia el año 2013, el sector de las energías renovables aportó al Producto Interior Bruto (PIB) 9.496 millones de euros, registró una aportación fiscal neta de 1.163 millones, contribuyó positivamente a mejorar la balanza comercial española en 3.073 millones, invirtió 248 millones de euros en I+D+i, generó ahorros en el mercado eléctrico por valor de 5.871 millones, evitó importaciones por 7.309 millones, ahorró en derechos de emisión otros 252 millones de euros y empleó a un total de 93.415 trabajadores.
Unos datos que confirman que las energías renovables son un gran negocio para nuestro país, con una clara aportación económica positiva, a pesar de la situación de ?incertidumbre y paralización surgidas a raíz de la improvisada y cortoplacista política energética llevada a cabo por el Gobierno en los últimos años?, señala APPA en su informe, y que repasa, punto por punto, los cambios en política legislativa ejecutada por el Gobierno en los últimos años que, según se afirma, ?han abocado al sector a una dramática situación?.
No hay argumentos nuevos. Para el sector la espada de Damocles ha sido el déficit de tarifa, un problema en cuya solución se ha centrado toda la reforma energética, lo que ha desembocado en un conjunto de medidas ?recaudatorias e impositivas y, en algunos casos, confiscatorias, que han sido especialmente discriminatorias con las renovables porque siempre se nos ha tachado de ser las culpables de este desfase?, argumentan.
Según el informe, el déficit tarifario generado desde su creación hasta el cierre de 2013 ascendió a 39.974 millones de euros, mientras que el abaratamiento acumulado -ahorros en el mercado menos primas recibidas- en el sistema eléctrico derivado de la existencia de energías renovables fue, sólo entre los años 2005 y 2013, de 4.931 millones de euros. A la vista de estos datos, recoge el informe, ?sin la existencia de las renovables el mercado eléctrico probablemente se habría incrementado, ya que estas tecnologías no son causantes del déficit de tarifa?.
El estudio incide en el hecho de que las energías renovables han abaratado considerablemente el coste de la electricidad en el mercado eléctrico. Estas tecnologías abarataron el precio del mercado diario de la empresa que gestiona el mercado mayorista de la electricidad en 5.871 millones de euros, lo que supuso un ahorro de 26,30 euros por cada megavatio hora adquirido en el mercado diario. Ala vista de los datos, -explica APPA en el informe-, ?sin la existencia de las renovables el mercado eléctrico probablemente se habría incrementado?.
Alta cobertura, poca potencia instalada
Así las cosas, el sector tiene poco hueco para la esperanza. Considera imposible que España pueda reducir su dependencia energética, mejorar la balanza comercial y cumplir con los objetivos medioambientales, sin hablar de la pérdida de hegemonía en cuanto a potencia instalada y la falta de proyectos, lo que ha provocado un importante descenso de puestos de trabajo. Tan solo en el último año se han perdido alrededor de 20.000.
Diferentes organismos europeos tienen claro que España será uno de los 14 países europeos que no cumplirá sus objetivos del 20 por ciento de renovables de cara a 2020, además de ser el sexto país de Europa que más contamina; y aconsejan al Gobierno español que debe tomar medidas para que el impacto que ha tenido la reforma en la producción de renovables impida cumplir con estos objetivos, unas medidas que el sector considera que no se producirán y que, por lo tanto, también nos impedirán cumplir con los nuevos objetivos de renovables de la UE fijados en el 27 por ciento a 2030, salvo que sean obligatorios.
Una situación que, sin embargo, choca con los datos que el informe aporta respecto al grado de penetración de las energías renovables en 2013, ya que han sido la tercera fuente de consumo de energía primaria con el 14,2 por ciento, tan solo por detrás del petróleo y del gas. Además, en cuanto a energía final consumida, las renovables representaron el 15,9 por ciento, un punto y medio más que en 2012 gracias, en parte, a la mayor generación eléctrica a partir de fuentes renovables.
Otros datos a tener en cuenta, según recoge el informe, han sido los 78.874 gigavatios hora eléctricos producidos a partir de fuentes renovables en Régimen Especial en 2013, así como la cobertura del 30 por ciento de la demanda nacional (261.023 gigavatios hora) en lo que respecta a la generación de energía renovable en Régimen Especial, donde destaca la eólica, que cubrió el 20,9 por ciento de la demanda y se situó como primera fuente de generación eléctrica, algo inédito hasta la fecha tanto en España como en el mundo.
En términos de potencia instalada, la capacidad total de las energías renovables en Régimen Especial a 31 de diciembre de 2013 era de 32.612 megavatios, poco más de 600 megavatios con respecto a 2012, de los que 22.781 megavatios corresponden a la eólica, que alcanzó el 69,9 por ciento del total, seguida de la solar fotovoltaica con 4.640 megavatios (14,2 por ciento), la solar termoeléctrica con 2.300 MW(7,1 por ciento), la minihidráulica con 2.038 MW(6,3 por ciento) y la biomasa con 848 megavatios (2,6 por ciento). La mayor potencia renovable instalada por Comunidades Autónomas correspondió a Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia, con un 64,5 por ciento del total de la potencia instalada en España a finales de 2013.
Golpe a los biocarburantes
Los biocarburantes sufrieron un gran revés cuando el Gobierno decidió reducir sus objetivos globales obligatorios en 2013. En términos energéticos redujo el objetivo del 6,5% al 4,1%. De la misma manera redujo del 7% al 4,1% los objetivos de biocarburantes en gasóleos y del 4,1% al 3,9% en los objetivos de biocarburantes en gasolinas. Esta situación unida a las importaciones de biodiésel con dumping procedentes de Argentina e Indonesia, han llevado al cierre de muchas instalaciones.
Artículo incluido en la última edición de la revista elEconomista Energía. Suscríbase gratis