La sustitución de los contadores analógicos de la luz por los conocidos como contadores inteligentes o smart meters, está levantando una gran polvareda. Aunque todo el mundo está de acuerdo en que los nuevos aparatos son más precisos y permiten una lectura en tiempo real, la verdad es que el cliente final, de momento, sólo podrá acceder a la información de su consumo a través de la factura de la luz.
Estemos o no de acuerdo, lo cierto es que el Gobierno ha decidido, por imperativo legal, que todos aquellos usuarios que tengan contratada una potencia inferior a 15 kilovatios -unos 29 millones de hogares-, deberán tener instalado, antes de 2019, el nuevo contador. El cambio correrá a cargo de cada una de las compañías distribuidoras -que deberá avisar al cliente con tres meses de antelación-, cumpliendo con el siguiente calendario: el 35 por ciento de los aparatos instalados antes del 31 de diciembre de 2014, otro 35 por ciento entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2016 y el 30 por ciento restante entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2018.
Adía de hoy, según los datos aportados por las propias compañías, el número de contadores inteligentes instalados en los hogares españoles es de unos 8 millones, de los que más de cuatro millones pertenecen a Endesa, más de dos millones a Iberdrola, 880.000 a Gas Natural Fenosa, 630.000 a E.ON y 240.000 a EDP HC Energía.
A todos aquellos que, a partir del 1 de abril, dispongan de contadores inteligentes integrados se les aplicará el precio de la electricidad por horas, una de las cuatro modalidades que conformarán el nuevo sistema que fijará el coste de la energía y que estará vinculado al precio del mercado mayorista, en sustitución de las subastas Cesur.
Sin embargo, y ante las enormes dificultades que está representando para las compañías adaptar sus sistemas informáticos al nuevo régimen de tarifas en un espacio tan corto de tiempo, el Gobierno ha admitido ?la posibilidad de ampliar en el tiempo el momento preciso del inicio de la facturación de acuerdo a este nuevo sistema más allá del mes inicialmente contemplado en el proyecto de Real Decreto? que, previsiblemente, será en junio.
Amplia variedad de modelos
Existen más de una veintena de modelos de contadores inteligentes que se están instalando por toda España; sin embargo, conviene tener en cuenta una cosa: el usuario no podrá elegir el modelo de aparato, sino que es la compañía la que le pondrá el más adecuado en función del tipo de instalación.
En cualquier caso, son muchas las empresas fabricantes que no han querido quedarse en el furgón de cola y han decidido estar presentes en este nicho de mercado. Es el caso de Orbis Tecnología Eléctrica y su Domotax Telegest Prime, el nuevo contador estático monofásico con capacidad de comunicación PLC y funciones que permiten su telegestión con protocolo DLMS sobre Prime. La compañía destaca que, en líneas generales, se puede decir que ?la nueva generación de contadores ha sido dotada de gran cantidad de memoria para poder almacenar información de varios meses de consumo, configuración de tarifas, límites de potencia por tramos horarios, etc. Además, incorporan un limitador de potencia cuyo nivel de corte se puede reprogramar fácilmente y son capaces de recibir y transmitir toda esta información utilizando como canal de transmisión la propia red eléctrica?.
Según Orbis, ?la implantación de contadores inteligentes permitirá poner a disposición de los consumidores la información de su consumo, lo que les permitirá gestionar su demanda, así como optar a nuevas tarifas en función de sus pautas de consumo, al igual que hacemos con la telefonía móvil, aunque habrá que habilitar los canales necesarios -a través de Internet o con dispositivos conectados a estos contadores que permitan ver desde casa el consumo en tiempo real-. En cualquier caso, se hace necesaria una normativa -actualmente en estudio por parte de la Comisión Europea- que recoja las acciones a llevar a cabo respecto al acceso y protección de la información que es capaz de registrar y transmitir el nuevo contador inteligente. Además, gracias a la posibilidad que tienen de registrar el consumo cada hora, las comercializadoras podrán desarrollar nuevas estrategias de precios?.
Otra de las empresas especializada en soluciones de medición de energía desde hace más de un siglo es Landis+Gyr. Sus modelos ZCXe110CR (monofásico) y ZMXe310CR (polifásico), también se están instalando en nuestros hogares. Desde la empresa apuntan que ?la medición inteligente es el primer paso hacia las redes inteligentes y contribuye al cumplimiento de los objetivos de reducción del consumo eléctrico y mitiga el impacto de dicho consumo sobre el cambio climático. Gracias a una medición inteligente, se pueden habilitar servicios que mejoren la eficiencia energética y ayuden a ahorrar energía. Se aumentará la eficacia del negocio y el rendimiento en la prestación del servicio de las compañías de distribución de electricidad, las comercializadoras, los proveedores de servicios energéticos y los usuarios finales. Además, se conseguirá un uso más racional y eficiente de las instalaciones existentes?.
ZIV Aplicaciones y Tecnología, con sede en Zamudio (Vizcaya), ha ido ampliando su gama de servicios. ?Nuestra apuesta por la innovación nos ha permitido posicionarnos rápidamente en el nuevo mercado de las smart grids gracias a nuestra gama de contadores inteligentes, que están alcanzando una notable cuota de mercado, habiéndonos convertido en una de las empresas líderes en España y en uno de los proveedores clave a nivel internacional?. Entre su gama de productos destaca el contador inteligente monofásico 5CTM y el trifásico 5CTD.
Tecnalia, encargada de la certificación
La empresa vasca Tecnalia lleva cinco años certificando los nuevos contadores inteligentes para comprobar su correcto funcionamiento. Por su laboratorio han pasado más de una docena de modelos y, a todos, se les somete a los mismos protocolos: primero se realiza la parte metrológica para saber si el aparato mide bien, después se llevan a cabo las medidas de compatibilidad electromagnética, luego las pruebas de protocolo de comunicación y, finalmente, las pruebas especiales para chequear que los datos que se almacenan se hacen de manera correcta.
Artículo incluido en la edición de marzo de la revista Energía. Suscríbete gratis.