Energía

Garoña abre el camino para ampliar la vida de las centrales nucleares

La central de Garoña vuelve a planta después de ocho meses en la UVI. El Gobierno aprobó ayer el decreto para que Nuclenor, la empresa propietaria de las instalaciones burgalesas, pueda solicitar la reapertura de la nuclear, parada desde el 16 de diciembre de 2012 y en situación administrativa de cese de actividad desde el 6 de julio de 2013.

La empresa participada por Endesa e Iberdrola dispone ahora hasta el 6 de julio para solicitar la renovación de la autorización de explotación de la que es la central más antigua de España y la única que ha superado los 40 años de vida.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, daba cuenta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de la aprobación del Real Decreto para la Gestión Responsable y Segura del Combustible Nuclear Gastado y de los residuos radiactivos. El texto incorpora una disposición transitoria por la que aquellas centrales que hubieran obtenido una declaración de cese definitivo de la explotación por razones distintas a las de seguridad nuclear o protección radiológica, podrán solicitar la renovación de la autorización de explotación, siempre que no hubiera llegado a transcurrir un año desde la obtención de declaración de cese.

Nuclenor consideró ayer "muy positiva la reforma del Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas aprobada en el Consejo de Ministros". En una nota, la empresa no aclara si ha decidido finalmente reiniciar la generación de electricidad. "Una vez conocido el contenido de la reforma aprobada Nuclenor valorará las nuevas condiciones para solicitar la renovación del permiso de funcionamiento", aseguraba.

La trascendencia de la modificación legal puede ir más allá de la propia central burgalesa. Al menos, así lo ve el Foro de la Industria Nuclear Española, que considera que con el "cambio normativo las centrales nucleares que se encuentren en situación de cese de la explotación por razones distintas a las de seguridad nuclear o protección radiológica, podrán solicitar, si lo consideran conveniente, la renovación de la autorización de explotación en el plazo máximo de un año desde la obtención de declaración de cese".

"Se facilita así el camino -añade- para que los reactores nucleares españoles tengan la opción de continuar su operación dentro de un marco legal definido" indica el Foro y los expertos consultados consideran que se trata de una compensación a las eléctricas por el próximo cambio en la retribución de estas centrales que se aplicará en la reforma del mercado mayorista, tal y como adelantó el pasado martes elEconomista.

Nuclenor desacopló Garoña de la red en diciembre de 2012 alegando que la aprobación de los nuevos impuestos de los residuos nucleares, que suponían un coste de 153 millones de euros anuales, la hacía inviable económicamente.

El órdago de la empresa participada por Iberdrola y Endesa al renunciar en septiembre de 2012 a pedir la prórroga de la central obligó al Ejecutivo de Rajoy a mover ficha.

A través de una enmienda a los Presupuestos, hizo que el impuesto que gravaba con 2.190 euros cada kilogramo de metal pesado (uranio y plutonio) gastado en los reactores nucleares no fuese retroactivo al aplicar un coeficiente corrector, de modo que prácticamente solo se pagaría por lo gastado a partir del 1 de enero de 2013 y extraído definitivamente del reactor a partir de esa fecha.

Este texto beneficiaba a todo el parque nuclear, pero una modificación del articulado iba más allá y se establecía que «en el caso de que un reactor no contuviese combustible nuclear a 1 de enero de 2013», el primer periodo impositivo o lo que es igual «se iniciará cuando se produzca la primera conexión a la red posterior a dicha fecha».

La reapertura del reactor está ahora en manos de Endesa e Iber- drola, que deberán tirar de calculadora para hacer cuentas. Fuentes autorizadas del sector indicaron a elEconomista que, dado el largo tiempo en el que la central ha estado parada, exigirá una inversión similar a la requerida en el caso de que se hubiese tenido que pedir una licencia nueva. Entre ellas, cumplir todos los requisitos de seguridad incorporados tras el accidente de la central japonesa de Fukusima.

Este factor complica la decisión final de una reapertura, aunque también es cierto, añaden, que Nuclenor siempre ha mantenido su apuesta por la continuidad, refrendada esta misma semana en Londres por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.

De hecho, pese a estar desconectada, Nuclenor ha mantenido a toda la plantilla, compatibilizando los trabajos ante un doble escenario, el de la continuidad o el cierre.

"Totalmente inadecuada"

Las organizaciones ecologistas calificaron ayer de "totalmente inadecuada" la decisión. Así, la portavoz de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, considera "totalmente inadecuada" esta decisión y advirtió que las centrales nucleares presentan en sí mismas problemas de seguridad, por lo que si se les alarga la vida útil serán "cada vez más peligrosas", ya que al envejecer presentarán mayores problemas de seguridad. Por su parte, la responsable de Energía de Greenpaece reclamó el "desmantelamiento inmediato" de la planta atómica.

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