Energía

Los ajustes amenazan 9.000 millones de los promotores

La refinanciación en proyectos con ajustes superiores al 20%, abocada a sufrir quitas o concursos de acreedores.

Uno de los grandes perdedores de la reforma son los dueños de proyectos en renovables. En su puesta en marcha se comprometieron entre 45.000 millones y 50.000 millones de euros, financiado al 80 por ciento de promedio vía préstamos y el 20 por ciento adicional con recursos de los propietarios. "Con la reforma viene bastante claro, los que pierden son los promotores, esos recursos propios de alrededor de 9.000 millones, que es lo que están teniendo que provisionar", interpretan desde un banco.

El hachazo a su rentabilidad obligará a reformular la financiación, a riesgo de dejar algunos en la cuneta. Se construyeron como vehículos de propósito especial, con flujos de ingresos autusuficientes para amortizar el crédito, pero calculados con intereses del 7,5 u 8 por ciento, al estilo de un bono de renta fija. Cómo quede dicha rentabilidad tras el ajuste será vital para su futuro y el impacto en la banca financiadora. "El impacto dependerá de la tipología de modelos, los costes de las operaciones, el grado comprometido en préstamos -si es superior al 80 por ciento el riesgo de inviabilidad crece-, su antigüedad... Si el ajuste es del 50 por ciento, lógicamente no la va a aguantar, si son hasta el 20 por ciento permitirá refinanciar y no entrará en mora", agregan.

Los recortes máximos del 20 por ciento parecen manejables porque bastaría con extender de 3 a 5 años la vida del crédito desde los 16-17 actuales. "Seguramente se haría sin carencias porque son actividades que generan flujos de caja. No es como los promotores inmobiliarios, que se quedaron sin negocio, y precisaban moratorias en los pagos", refieren en otro banco.

Las entidades con mayor exposición a renovables son el Santander, BBVA, Sabadell y La Caixa, junto a algunos bancos extranjeros y el ICO. No descartan renunciar a intereses de mercado al refinanciar para no introducir más tensión en el pago. Los contratos originales fijan intereses del euríbor más el 1,5-2,5 por ciento, frente al diferencial del 3,5-4 por ciento vigente en las nuevas operaciones. Respetar el interés implica en la práctica, aceptar quitas teóricas en la deuda, vía renuncia de futuros ingresos.

La dificultad crece a medida que se agrava el ajuste. "Si el recorte es del 50 por ciento, habría que ampliar 8 ó 9 años, y eso compromete la viabilidad misma de la inversión en los proyectos", alerta un experto. "Veremos algunas quitas en refinanciaciones y algunos concursos de acreedores", apuntan desde otra entidad financiera.

Sanear la posición en banca

La fotovoltaica, con la burbuja fue más evidente, se perfila como la más vulnerable. La financiación prestada al sector fotovoltaico ronda los 17.000 millones, 15.000 millones en parques eólicos y 9.000 millones en termosolar. En previsión del riesgo latente, el Banco de España por la exposición individual de las entidaes hace año u año y medio. En varias entidades descartan haber recibido instrucciones del supervisor para sanear al exposición, pero será inevitable a medida que se refinancien las posiciones. Si entran como refinanciación por prudencia -subestándar-, deberán dotar el 15 por ciento de su valor. La tensión sube de clasificarlas como "dudoso", ya que la regla es provisionar al 100 por ciento el crédito en doce meses.

Un escenario así, con los exámenes europeos a la banca a la vuelta de la esquina y, sobre todo, si el proyecto entra en concurso, allana el camino a la venta de deuda, que otean algunos hedge funds.

"Si se lo vendes al 30 o el 40 por ciento, les pueden salir los números -a los interesados en deuda-", reconocen en una entidad.

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