
El Ministerio de Industria está preparando la orden ministerial que fijará los estándares para la retribución de las renovables y ultima la aprobación del real decreto que regula estas bases, tal y como adelantó elEconomista.
El Idae, dependiente del Ministerio de Industria, así como las consultoras Roland Berger y Boston Consulting Group trabajan desde hace meses en la elaboración de dichos estándares, que consistirán en las cifras básicas que se utilizarán para determinar cuánto van a cobrar las cerca de 60.000 instalaciones energéticas que existen en España en el antiguo régimen especial.
Tal y como indicaron fuentes consultadas por este diario, los principales perjudicados con esta regulación serán todos aquellos inversores que compraron directamente instalaciones de renovables o que realizaron operaciones corporativas. Estos inversores adquirieron las plantas contabilizando un flujo de caja futuro que esperaban ingresar gracias a las primas aprobadas por el Gobierno y pagaron importantes sumas de dinero que superaban las cifras de inversión.
Oleada de demandas internacionales
Estos inversores serán ahora los grandes perjudicados, ya que los ingresos esperados se verán recortados y provocarán una oleada de demandas internacionales para tratar de recuperar esos ingresos, tal y como ya han realizado varios fondos de inversión como Antin y RREFF.
En la propuesta que se está elaborando se crean un total de seis familias energéticas (eólica, fotovoltaica, termosolar, cogeneración, residuos y minihidraúlica) que se desglosan posteriormente en alrededor de ocho tecnologías, debido a la diversidad de los residuos.
Para cada una de ellas se asignará un valor correspondiente a la estimación realizada por el trabajo de las consultoras y del propio Idae sobre el capex estándar para cada año -la cantidad invertida-, así como del opex de cada ejercicio -el coste de operación y mantenimiento-.
Las consultoras contratadas para elaborar los estándares de retribución a las energías limpias ya han enviado sus propuestas al Idae para que pueda elaborar en coordinación con sus propios datos la nueva retribución.
Las tipologías de familias de energía tendrán a su vez una distribución que será muy cercana a la que se realizó en el Real Decreto 661, de modo que sea fácil para los promotores poder continuar con lo establecido hasta el momento.
Fuentes consultadas por este diario indicaron que los cálculos más complicados han sido los correspondientes a las cogeneraciones, ya que ha habido que tener en cuenta los procesos industriales realizados, así como las empresas y el uso de las mismas.
En un primer momento, los equipos técnicos diferenciaron alrededor de 400 instalaciones distintas dependiendo del tipo de combustible y de la industria en la que está incorporado, pero finalmente se ha decidido simplificarlo y dejarlo en cerca de 15 instalaciones tipo.
Para las cogeneraciones, probablemente, se aplicará el mecanismo de compensación que permite que se alcance el 7,5 por ciento de tasa de rentabilidad.
¿Qué pretende el Gobierno?
La intención del Gobierno, por lo tanto, es garantizar aproximadamente una retribución del 7,5%. Este hecho supondrá que, por ejemplo, algunos de los parques eólicos más antiguos pueden dejar de recibir la prima y comenzar a acudir directamente al mercado.
Las instalaciones eólicas además, según los datos preliminares de los estándares, muestran un incremento del coste de cada megavatio instalado.
La fotovoltaica tendrá tres tipos (fija, un eje y dos ejes) sobre los que se basará su retribución en función de sus características tecnológicas y distintos costes y se tendrá en cuenta la potencia pico de las instalaciones, ya que en muchos casos para optimizar las horas de producción se instaló más potencia con el objetivo de mejorar su volumen de producción.
La termosolar, por ejemplo, puede tener en el desarrollo tres tipos de subescalones que se diferenciarán en fijo (alrededor de 2 millones de euros por MW instalado), doble (que supone cerca de 8 millones de euros por MW) y plantas singulares por sus características técnicas y dependiendo de la tecnología si se trata de cilindroparabólica o de torres de concentración.
A lo largo de las revisiones que se han llevado a cabo en los últimos meses, el Ministerio de Industria ha podido comprobar que algunas instalaciones, como por ejemplo algunas minihidráulicas, fueron construidas en el siglo pasado.
La minihidráulica tendrá tres clasificaciones entre fluyentes y no fluyentes y otra por la potencia de las mismas.
Fuentes conocedoras explicaron que el mayor avance de esta medida supondrá que se puede calcular la retribución de las energías renovables con anterioridad y de forma predecible para poder fijar la tarifa eléctrica cada año.