
La gestión de YPF se ha convertido en un pollo sin cabeza. A la vista de los problemas para conseguir financiación y para elevar la producción, varios diputados argentinos proponen ahora una medida que puede ser su sentencia de muerte: expropiar el 49 por ciento restante, que está en manos principalmente de Repsol (12%), así como de los bancos acreedores que ejecutaron el crédito de Enrique Eskenazi y el multimillonario Carlos Slim, que tuvo que asumir un 8,4 por ciento por impagos del Grupo Petersen.
Se trata de un proyecto, al que tuvo acceso elEconomista, presentado por cuatro diputados y senadores de las provincias de Entre Ríos, Chaco y Buenos Aires en el Senado y el Congreso con el objetivo de garantizar el autoabastecimiento. Estos diputados también quieren hacerse con las acciones directas que poseen Banco Itaú, Imbursa, Eton Park Capital, Guardian Trust, Lazard Asset Management, así como otros accionistas particulares.
Según un informe anexo explicativo sobre el proyecto, que consta de 23 artículos, el resto de YPF que aún no ha sido expropiado se distribuirá, en caso de conseguir el visto bueno de ambas Cámaras, entre todas las provincias petroleras y la ciudad de Buenos Aires.
Para gestionar el nuevo porcentaje, se designará un director por parte de la primera minoría de ambas Cámaras del Congreso Nacional y tres directores por parte de los partidos políticos con mayor representación parlamentaria en el Congreso y Senado.
El impulso de este proyecto se explica porque un grupo de diputados nacionales, entre ellos Fabián Rogel y Víctor Hugo Maldonado, han cuestionado que no se haya expropiado la totalidad de YPF. Por ello, a través de este Proyecto de Ley, lamentan que no se pusiera el dominio total de los hidrocarburos en manos del Estado.
Los diputados inciden en que "todo lo que sucedió desde los 90 hasta ahora determinaron, no sólo una crisis energética relevante, sino una caída notable de las reservas". "Este Proyecto forma un conjunto de cómo debe encararse una política de hidrocarburos soberana, que solo tenga en cuenta el interés nacional", sentencia el documento.
Sin embargo, Argentina, que ya está a las puertas de enfrentarse ante el organismo internacional de arbitrajes, Ciadi, con Repsol, puede verse con un aluvión de demandas de inversores si prosigue con estos planes.
Los 100 días de Galuccio
Por otro lado, hoy mismo el presidente de YPF, Miguel Galuccio, presentará su plan para conseguir 38.500 millones de dólares para inversiones hasta 2017. El ejecutivo aseguró que comparecería tras dirigir durante 100 días el grupo.
El problema principal se centra en los problemas de la empresa para hacer frente a su deuda. La compañía reconoció que posee un endeudamiento por 830 millones de dólares, cuyos acreedores pueden exigir el "pago inmediato". YPF negocia ahora estos créditos pero Galuccio ha reconocido que puede haber problemas de liquidez.