
Caracas, 17 feb (EFE).- El Gobierno venezolano dijo hoy que "estudiará" las ofertas de suministro de energía por parte de Colombia y Brasil una vez que sean formalizadas por ambos países, aunque puso en duda la seriedad de la propuesta colombiana.
"Pareciera ser más una operación política, tratando de poner a Venezuela a la defensiva", dijo el ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, en declaraciones a la emisora caraqueña Unión Radio.
Resulta "muy sospechoso" que haya "una especie de concertación" entre la prensa venezolana opositora al presidente Hugo Chávez y "el Gobierno Colombia" para la divulgación de esa oferta a su país vecino en aprietos y que éste la rechaza, añadió.
Venezuela vive una grave crisis energética que amenaza con dejar a oscuras al país en el corto plazo y que ha obligado al Gobierno a decretar la emergencia eléctrica y a lanzar un plan de ahorro en Caracas que incluye desde penas pecuniarias, hasta la suspensión del servicio.
"Una oferta seria y consistente no se hace por la prensa", que es lo que ha hecho Colombia, dijo Rodríguez y añadió que se desconoce la cantidad y el precio de la energía que oferta el vecino país, con el cual Chávez congeló las relaciones a mediados del año pasado debido a un acuerdo militar entre Bogotá y Washington al que atribuyó potencial para amenazar a Venezuela.
"No se dice cuántos megas, ni tampoco el precio por mega wats, ni tampoco la seguridad. La vaguedad consiste en que no hay oferta concreta", indicó el ministro.
"En caso de que no haya ofertas concretas, ¿qué va a responder uno? Ofertas tenemos de mucha gente, pero solo cuando se concretan lo que son las especificaciones de cualquier contrato es cuando uno toma una decisión", añadió.
Colombia anunció que mañana oficializará la oferta de suministro de energía a Venezuela que lanzó el lunes y ese mismo día fue aparentemente descartada por el vicepresidente venezolano, Elías Jaua, con el argumento de que Caracas está "ocupada y trabajando" para generar su propio sistema eléctrico alternativo.
"En el mes de mayo se normalizará el sistema eléctrico en el país", añadió Juau el lunes al ser consultado por la prensa local sobre la propuesta de Colombia.
Rodríguez sostuvo hoy al respecto que Jaua "en ningún momento rechazó la oferta", porque "simplemente no había una oferta propiamente dicha; había un cometario vago, genérico".
"Cuando haya una oferta la responderemos. Hasta este momento no hemos recibido ninguna oferta de ninguna autoridad ni ninguna empresa colombiana de vendernos electricidad", reiteró y recordó que el máximo que Colombia le vendió a Venezuela en el pasado fue 140 mega watts, "pero el consumo está por 17.000 mega watts".
"Si hay alguna oferta por parte de Colombia, pues la analizaremos, así como también nos ha hecho una oferta Brasil (...); una vez que se concrete una oferta (brasileña) igualmente la consideraremos", afirmó previamente Rodríguez, según un reporte de la estatal Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).
Añadió, de acuerdo con la información de la ABN, que para el Gobierno venezolano lo "primordial" es aumentar la generación eléctrica nacional, más que importar energía de los países vecinos.
Sobre la propuesta brasileña, Rodríguez explicó a ABN y a Unión Radio que se trata de que Venezuela deje de suministrar a ese país los 80 megavatios que le vende actualmente y que, por el contrario, comience a importar energía de Brasil.
Chávez decretó la semana pasada la "emergencia eléctrica", lo que le permitirá traspasar recursos inicialmente destinados a otros sectores y obligar, so pena pecuniaria o suspensión del servicio, a un ahorro del 20% en el consumo a los medianos y grandes consumidores públicos y privados de Caracas.
Esas y otras medidas se sumaron a un cronograma de cortes programados en el país, con excepción de Caracas, aplicados desde enero pasado y que oficializaron los múltiples apagones, incluso diarios, que azotan a casi toda de Venezuela.
Un informe de diciembre pasado de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) señaló que el servicio colapsaría en todo el país a más tardar en mayo próximo de seguir bajando el nivel del embalse del Guri, que genera el 70% de la energía venezolana, y de no reducirse el consumo nacional.
El Gobierno atribuye la crisis a la fuerte sequía, mientras la oposición la achaca a la supuesta falta de previsión e inversión en el sector a lo largo de la Administración de Chávez.