Energía

Lukoil, satisfecha por recuperar los derechos de explotación en el yacimiento Qurna-2

Moscú, 12 dic (EFE).- La petrolera rusa Lukoil se manifestó hoy satisfecha por poder reanudar la explotación del yacimiento Qurna-2, uno de los más grandes de Irak, cuyos derechos había perdido con el derrocamiento de Sadam Husein en 2003.

"Todos estos años luchamos por el proyecto iraquí en cumplimiento con las promesas hechas a nuestros accionistas. Hemos logrado una merecida victoria", afirmó Vaguit Alekpérov, presidente de Lukoil, en un comunicado, según la agencia oficial RIA-Nóvosti.

Alekpérov expresó su intención de "cumplir con los compromisos adquiridos de explotación de Qurna-2 en el interés del pueblo iraquí y los accionistas de Lukoil".

Según informó la compañía rusa, su participación en el campo West-Qurna 2 en el sur del país, con unas reservas comprobadas en más de 12.900 millones de barriles, es del 63,75 por ciento, mientras a la noruega Statoil le corresponderá un 11,25 por ciento.

Lukoil y Statoil afrontaban una gran competencia, ya que a ese yacimiento también aspiraban la francesa Total, British Petroleum, la china CNPC y Petronas.

En noviembre pasado, la petrolera rusa en compañía de la estadounidense ConocoPhilips perdió ante Exxon Mobil y Royal Dutch Shell en la subasta por hacerse con los derechos sobre el yacimiento de Qurna-1.

Alekpérov nunca perdió la esperanza de reanudar la explotación de Qurna-2, más aún tras la aprobación de las nuevas leyes sobre petróleo en Irak.

Lukoil suscribió en 1997 un contrato por valor de 3.800 millones de dólares con el régimen de Sadam Husein para el desarrollo hasta 2020 de ese yacimiento.

La compañía rusa mantuvo todos estos años que el contrato seguía siendo válido, pero las autoridades iraquíes replicaron que los contratos suscritos por las petroleras rusas con el antiguo régimen fueron automáticamente revocados con el derrocamiento de Sadam Husein.

Rusia era uno de los pocos países que mantenía una relación privilegiada con el régimen de Sadam Husein, lo que no fue bien visto por las nuevas autoridades iraquíes apoyadas por Estados Unidos.

Esto llevó a la congelación en 2003 de los lucrativos contratos suscritos por las petroleras rusas, víctimas de la negativa de Rusia a respaldar la guerra en Irak en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

En 2008 el entonces presidente y actual primer ministro ruso, Vladímir Putin, defendió el retorno de las petroleras rusas a Irak en un mensaje enviado al primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, tras lo que condonó casi la totalidad de la deuda iraquí.

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