
Microsoft, Amazon, Apple, Meta y Alphabet -matriz de Google- tienen la impaciente mirada de los inversores sobre ellas. Incluso después de haber impulsado un 17% sus beneficios en términos interanuales en sus presentaciones de septiembre -de 172.013 millones a 201.855, aunque en el caso de Apple y Microsoft con periodos temporales de análisis más extensos que sus competidores-, las bigtech tienen a los grandes capitales de Wall Street esperando atisbar señales del gran impacto que se espera que tenga la Inteligencia Artificial (IA) en las cuentas de las cinco grandes firmas tecnológicas. Las cinco han presentado resultados esta semana, aunque aún debe sumarse Nvidia que ha fijado su presentación de resultados a finales de este mes.
Como respuesta a las dudas, las grandes tecnológicas han redoblado su apuesta. Los gastos de capital de las cuatro mayores empresas de Internet y software -Amazon, Microsoft, Meta y Alphabet- superarán con creces los 200.000 millones de dólares este año, una suma que bate todos los récords.
Los altos ejecutivos de estas empresas advirtieron esta semana de que el faraónico despliegue, además, no solo se frenará, sino que aumentará el año que viene. Además, ofrecieron breves atisbos de los beneficios que están obteniendo de su precipitada carrera hacia la IA generativa, a lo que han argumentado que esta tecnología está impulsando el rendimiento de los servicios básicos y ayudando a mantener bajos los costes operativos.
La avalancha pone de relieve los costes y recursos extremos que consume el auge mundial de la IA, a cuya fama ha contribuido la llegada de ChatGPT. Los gigantes tecnológicos se apresuran a conseguir los escasos chips de gama alta, necesarios para procesar la información que demanda esta tecnología; y a construir los enormes centros de datos que exigen. Algo para lo que estas empresas están cerrando cada vez más acuerdos con proveedores de energía para alimentar sus instalaciones con altos consumos de electricidad durante las 24 horas del día, lo que incluso ha llevado a Microsoft a reactivar una central nuclear en EEUU.
Merced a semejante despliegue, los inversores quieren ver resultados. La cotización de las grandes firmas ha sido castigada a lo largo de esta semana, ya que las previsiones de crecimiento en los beneficios rondaban el 19%, unas cifras que, aunque superan con creces el aumento del 4,3% esperadas para las firmas del S&P500; representan su incremento más contenido en seis trimestres, según detalla Bloomberg.
A la espera de señales
Una de las señales de que la demanda de IA generativa comenzaba a levantar el morro eran las tasas de crecimiento de las divisiones en la nube de Microsoft y Google. No obstante, el optimismo se disipó cuando la firma fundada por Bill Gates advirtió de que el crecimiento de la nube retrocedería este trimestre, en gran parte debido a las limitaciones de oferta.
Por su parte, Amazon Web Services, que lidera el mercado en la nube, no cumplió las expectativas más optimistas con respecto a las mejoras de su propio crecimiento.
En la conferencia con analistas del pasado jueves, Andy Jassy, consejero delegado de Amazon, calificó la IA como una "oportunidad inusualmente grande, quizá única en la vida", como demuestra la proyección de su empresa de un gasto récord de 75.000 millones de dólares para 2024.
Un día antes, Mark Zuckerberg, consejero delegado de Meta, se comprometió a aumentar la inversión en modelos lingüísticos de IA y otros proyectos futuristas que considera fundamentales para el futuro de su empresa, según recoge la agencia financiera estadounidense. El gasto de capital de Meta podría ascender a 40.000 millones de dólares este año. Por su parte, el director financiero de Alphabet, Anat Ashkenazi, anticipó aumentos "sustanciales" en el capex para 2025.
Brotes verdes y sombras
Precisamente, Alphabet afirmó que las nuevas funciones de IA generativa de su motor de búsqueda están aumentando la participación y potenciando el uso. A pesar de ello, el crecimiento de los volúmenes de búsqueda de Google descendió con respecto al trimestre anterior, lo que plantea la cuestión de hasta qué punto ha sido fuerte el efecto de la IA.
Sin embargo, Microsoft afirmó que sus ingresos procedentes de la IA estaban a punto de alcanzar los 10.000 millones de dólares anuales, un hito más rápido que cualquier otro negocio en su historia.
Por su parte, Apple ofreció unas previsiones cautelosas de cara al crucial trimestre navideño, ante la incertidumbre sobre cómo se traducirá el despliegue de nuevas funciones de inteligencia artificial en las ventas de iPhones y otros dispositivos complicó unos resultados trimestrales que, de otro modo, habrían sido sólidos.
En este contexto, las cotizaciones de las bigtech han sufrido correcciones a la baja, lo que no ha impedido que alcancen valoraciones superiores a las medias históricas. Apple cotiza a 32 veces los beneficios estimados para los próximos 12 meses, frente a una media de 20 veces en la última década, según datos recopilados por Bloomberg. Por su parte, Microsoft cotiza a 33 veces.