
España es uno de los países con más horas de sol y contar con placas solares contribuye a lograr un ahorro considerable, que puede ser del 40% al 60% del importe de la factura, lo cual llega a traducirse en unos 700 euros al año.
La instalación de placas solares en España aumentó un 29% en 2022, según el Informe Trimestral de la Reforma de la plataforma Habitissimo, a pesar de que muchos no se deciden porque piensan que la instalación sale demasiado cara y no compensa. Por ello, las ayudas para la instalación de paneles fotovoltaicos continúan vigentes, aunque está previsto que dejen de facilitarse al finalizar este año.
Las ayudas estarán vigentes al menos hasta el 31 de diciembre. Aún hay tiempo para solicitar a la comunidad autónoma que corresponda alguna de las subvenciones incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que se financian con fondos europeos Next Generation y hacen posible reducir casi a la mitad el coste de la instalación, que será diferente si se trata de particulares o de empresas.
Para empresas y particulares
Las subvenciones para empresas se enmarcan en los programas 1,2 y 3 y van destinadas a empresas, pymes y autónomos: compañías del sector servicio, de otros sectores y empresas con instalación, respectivamente. Se financia la instalación de placas con una subvención de hasta el 45% del importe, que puede ser hasta del 65% en el caso de la instalación de baterías solares. La opciones 1 y 2 contemplan ayudas del 15% al 45%, mientras que con la 3 se puede ahorrar entre el 45% y el 65%.
Para particulares, están las subvenciones de los programas de incentivos 4, 5 y 6 para placas o baterías, con una potencia de 140 a 1.110 €/kWp.
Las ayudas para para la instalación de placas solares, baterías o aerotermia, aunque son estatales, deben solicitarse a la comunidad autónoma correspondiente a través de su página web.
Para ello habrá que escoger uno de los seis programas de subvenciones disponibles y facilitar la documentación requerida. Después se publicarán los beneficiarios en la Base de Datos Nacional de Subvenciones, puesto que no se le otorgan a todas las peticiones.
Si es concedida, debe justificarse la instalación en la comunidad autónoma y en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en un plazo no superior a los 18 meses y aportar un número de cuenta donde será ingresado el importe de la ayuda.
Dado que quedan unos meses únicamente para solicitar estas ayudas, a no ser que el plazo sea extendido, conviene formalizar los trámites cuanto antes, ya que priman las enviadas con mayor antelación.
Requisitos y trámites
Las diferentes empresas instalaciones pueden disponer también de ofertas añadidas y conviene seleccionar bien. Para acceder a las ayudas no se pueden tener subvenciones abiertas pendientes de pago ni deudas con la Agencia Tributaria y Seguridad Social.
Para solicitar subvenciones será necesaria aportar una fotocopia del DNI del solicitante y de la Declaración Responsable firmada, elegir uno de los seis planes y describir la actuación para la que se pide una ayuda, detallar el coste total de la instalación y la cuantía junto con la potencia de la instalación calculada por una empresa instaladora y la energía anual estimada y aclarar si el proyecto requiere de la retirada de amianto.
Deducciones y otras ayudas
Debe certificarse, además, que la instalación cumple con los objetivos de consumo energético renovable y tener en cuenta que el importe de la ayuda únicamente puede destinarse al pago de materiales y actuaciones descritos como subvencionables. Una vez terminada la instalación, los usuarios podrán beneficiarse de deducciones de entre un 20% y un 60% en el IRPF.
Además de estas subvenciones estatales que gestionan las comunidades autónomas, existen en multitud de ayuntamientos otras iniciativas, como las bonificaciones en los tributos de IBI, ICIO e IAE de entre el 10% y el 50% de 1 a 5 años según el caso. Estas ayudas municipales son compatibles con las estatales.